Este sistema de oráculos WINkLink parece bastante complejo a simple vista, pero en realidad su lógica es muy clara una vez que está en funcionamiento.

Todo el proceso consta de tres pasos: primero, el contrato en la cadena solicita los datos que necesita; después, cada nodo recibe la señal y va directamente a la API externa para obtener la información; y lo más importante es el último paso: varios nodos verifican los datos al mismo tiempo, de modo que nadie puede manipularlos.

¿Dónde está el mayor valor de este mecanismo? Básicamente, se eliminan los problemas de fallo por punto único y se reduce al mínimo la posibilidad de que los datos sean modificados en secreto. La clave para conectar los datos on-chain y off-chain radica en este sistema de verificación transparente y rastreable.

En resumen, un oráculo es como ponerle ojos a un contrato inteligente, permitiéndole ver lo que sucede fuera de la cadena. WINkLink desglosa este proceso de forma clara, cada paso es verificable y cada nodo tiene su responsabilidad: así es como debe ser una alimentación de datos descentralizada.