La gente no para de hablar maravillas de las aplicaciones Web3 por todas partes. Pero aquí está lo que nadie quiere admitir: hemos estado construyendo sobre arenas movedizas todo este tiempo. ¿La base que todos ignoran? Una capa de identidad funcional.

Piénsalo. Cada dApp, cada protocolo, cada plataforma "revolucionaria" asume que los usuarios simplemente se las arreglarán con la gestión de carteras, frases semilla e identidades fragmentadas entre cadenas. Eso no es adopción, es fricción disfrazada de descentralización.

El verdadero avance no será otro protocolo DeFi ni un marketplace de NFT. Será el momento en que alguien resuelva el tema de la identidad de una forma que simplemente funcione. Sin frases de doce palabras que se puedan perder. Sin tener que conectar cinco carteras distintas para demostrar quién eres. Solo algo fluido, seguro y realmente utilizable.

Hasta entonces, no estamos realmente preparados para una Web3 mainstream. Solo estamos fingiendo que el emperador lleva ropa.