Hablemos claro: el hidrógeno ya no es ciencia ficción. Mientras que Tesla domina el mercado de vehículos eléctricos con baterías, Toyota, Hyundai y Mercedes están apostando fuerte por las células de combustible de hidrógeno. ¿La razón? Los autobuses y camiones pesados simplemente no pueden competir con las baterías actuales en autonomía y tiempo de recarga.
El dilema: ¿Hidrógeno o baterías eléctricas?
Aquí viene lo interesante. El hidrógeno no se negocia como el petróleo Brent. No hay un precio de referencia en bolsa. En su lugar, los inversores compran acciones de empresas que desarrollan la tecnología:
Productores de celdas: FuelCell Energy, Hyzon Motors
Proveedores de gas industrial: Linde (el mayor productor de hidrógeno líquido del mundo)
Fabricantes de vehículos: Toyota, Hyundai, Daimler
Soluciones integradas: Fusion Fuel Green (combina energía solar + hidrógeno)
O simplemente inviertes en ETFs como HYDR (Global X Hydrogen) o HDRO (Defiance Hydrogen) que agrupan a las principales empresas del sector.
¿Por qué ahora?
Dos razones clave:
1. Transporte de carga pesada: Las baterías siguen siendo pesadas. Un camión de 40 toneladas no puede cargar 10 toneladas de baterías. El hidrógeno permite autonomía real sin sacrificar capacidad de carga.
2. Almacenamiento de energía renovable: Imagina esto: durante el día, paneles solares generan electricidad. En lugar de desperdiciarla, se convierte en hidrógeno. Por la noche, esa energía se libera cuando se necesita. Es el complemento perfecto para renovables.
Pros y contras sin filtros
Ventajas:
Cero emisiones de CO2
Mayor autonomía en vehículos pesados que los EVs actuales
Relativo fácil de producir
Compensa las limitaciones de las baterías de litio
Obstáculos (y son importantes):
Pocas estaciones de recarga de hidrógeno (infraestructura en pañales)
Transporte y almacenamiento mucho más complejo y costoso que la electricidad
Industria emergente = incertidumbre. Habrá ganadores y perdedores
Limitaciones técnicas no completamente resueltas
La jugada correcta para invertir
Empresas “seguras” (pero diversificadas):
Toyota y Hyundai: ya venden vehículos de hidrógeno, pero también dominan EVs y otras tecnologías
Linde: proveedor mundial, ganancias estables en múltiples sectores
Empresas de alto riesgo/alto retorno:
Hyzon Motors, FuelCell Energy: líderes en celdas de combustible, pero la industria aún está en sus inicios
Aquí está la trampa: no todas las startups de hidrógeno sobrevivirán. Algunas serán unicornios, otras desaparecerán. Diversifica entre empresas establecidas y apuestas innovadoras.
Perspectiva 2024-2030
El hidrógeno es casi seguro que jugará un rol central. Los gobiernos están presionando para descarbonizar el transporte. Mercedes, Toyota, BMW no están bromeando. Pero esto no es una inversión de “compra y olvida”. La tecnología está en evolución, la infraestructura recién está creciendo.
Conclusión: Invertir en hidrógeno ahora mismo es como invertir en EVs hace 10 años. Hay potencial real, pero necesitas elegir bien. Las empresas multinacionales con diversificación (Toyota, Hyundai) son más seguras. Las puras de hidrógeno (Hyzon, FuelCell Energy) tienen más upside pero más riesgo.
El hidrógeno y los EVs no compiten, coexisten. Eso es la clave.
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¿Hidrógeno verde en 2024? La guía que necesitas antes de invertir
Hablemos claro: el hidrógeno ya no es ciencia ficción. Mientras que Tesla domina el mercado de vehículos eléctricos con baterías, Toyota, Hyundai y Mercedes están apostando fuerte por las células de combustible de hidrógeno. ¿La razón? Los autobuses y camiones pesados simplemente no pueden competir con las baterías actuales en autonomía y tiempo de recarga.
El dilema: ¿Hidrógeno o baterías eléctricas?
Aquí viene lo interesante. El hidrógeno no se negocia como el petróleo Brent. No hay un precio de referencia en bolsa. En su lugar, los inversores compran acciones de empresas que desarrollan la tecnología:
O simplemente inviertes en ETFs como HYDR (Global X Hydrogen) o HDRO (Defiance Hydrogen) que agrupan a las principales empresas del sector.
¿Por qué ahora?
Dos razones clave:
1. Transporte de carga pesada: Las baterías siguen siendo pesadas. Un camión de 40 toneladas no puede cargar 10 toneladas de baterías. El hidrógeno permite autonomía real sin sacrificar capacidad de carga.
2. Almacenamiento de energía renovable: Imagina esto: durante el día, paneles solares generan electricidad. En lugar de desperdiciarla, se convierte en hidrógeno. Por la noche, esa energía se libera cuando se necesita. Es el complemento perfecto para renovables.
Pros y contras sin filtros
Ventajas:
Obstáculos (y son importantes):
La jugada correcta para invertir
Empresas “seguras” (pero diversificadas):
Empresas de alto riesgo/alto retorno:
Aquí está la trampa: no todas las startups de hidrógeno sobrevivirán. Algunas serán unicornios, otras desaparecerán. Diversifica entre empresas establecidas y apuestas innovadoras.
Perspectiva 2024-2030
El hidrógeno es casi seguro que jugará un rol central. Los gobiernos están presionando para descarbonizar el transporte. Mercedes, Toyota, BMW no están bromeando. Pero esto no es una inversión de “compra y olvida”. La tecnología está en evolución, la infraestructura recién está creciendo.
Conclusión: Invertir en hidrógeno ahora mismo es como invertir en EVs hace 10 años. Hay potencial real, pero necesitas elegir bien. Las empresas multinacionales con diversificación (Toyota, Hyundai) son más seguras. Las puras de hidrógeno (Hyzon, FuelCell Energy) tienen más upside pero más riesgo.
El hidrógeno y los EVs no compiten, coexisten. Eso es la clave.