Las invitaciones a cenar pueden ser un poco complicadas. Rechazarlas no siempre es fácil, pero hay formas de manejarlo con suavidad.

Primero lo primero: no dejes a la gente esperando. Una respuesta rápida significa mucho. Es un poco sorprendente cuánto aprecia la gente una respuesta rápida, incluso si es un no.

Comienza con un agradecimiento. Establece el tono correcto. Sé honesto sobre por qué no puedes hacerlo, pero no te extiendas demasiado en las explicaciones. A veces, menos es más.

Manténlo breve. "Gracias, pero no puedo hacerlo" a menudo funciona. Si quieres verlos, quizás sugiere tomar un café en otro momento. No está del todo claro si esto siempre funciona, pero vale la pena intentarlo.

Termina en una buena nota. Deseales lo mejor o espera que su evento salga genial. Parece pequeño, pero importa.

Mira, está bien decir que no a veces. Tu tiempo también importa. Solo sé amable al respecto.

Estos consejos pueden ayudar a que las cosas vayan bien. Se trata de encontrar ese punto medio entre ser amable y cuidar de uno mismo. No siempre es fácil, pero es posible.