Cuando entré en el mundo cripto hace diez años, tenía poco más de veinte años, ahora tengo treinta y, por fin, mi cuenta ha superado los ocho dígitos. No ha sido nada fácil este camino.

Ahora, cuando viajo por trabajo, reservo hoteles de cinco estrellas sin pensarlo, dos mil euros la noche y no me duele. Mi maleta está llena de pegatinas de criptomonedas y, en las salas VIP de los aeropuertos, a menudo me encuentro con colegas del sector; con un par de frases ya sabemos que ambos estamos metidos en esto.

En mi familia, los mayores se dedican a negocios tradicionales, siempre preocupados por la cadena de suministro, reclamando pagos, firmando contratos. En comparación, mi sector es mucho más relajado: sin presión de inventario, sin perseguir deudas, todos los movimientos de capital se resuelven online.

Mucha gente me pregunta cómo lo hago. Sinceramente, la mentalidad representa un 70% y la técnica un 30%. Estos años me han dejado varias lecciones:

El Bitcoin es el indicador principal: si sube, las demás monedas tienen oportunidad; si baja, las altcoins se hunden seguro. Ethereum a veces puede tener su propio movimiento, pero no esperes que las monedas pequeñas aguanten si el mercado cae.

BTC y USDT son como un balancín: si sube USDT hay que tener cuidado porque el Bitcoin puede caer; si el Bitcoin sube demasiado rápido, mejor asegurar ganancias y cambiar a una stablecoin.

El momento es clave. De medianoche a la una suele haber movimientos extremos; dejar órdenes antes de dormir a veces permite aprovechar oportunidades. De seis a ocho de la mañana es crucial: si la primera mitad de la noche ha caído y sigue cayendo en esas dos horas, es probable que ese día rebote, así que puedes plantearte comprar más; si la primera mitad de la noche ha subido y sigue subiendo en ese horario, mejor salir rápido.

A las cinco de la tarde entra el dinero estadounidense y suele haber grandes movimientos. Lo de los “viernes negros” es solo rumor; las subidas y bajadas dependen de las noticias.

El consejo más práctico: mientras no sea un proyecto sin respaldo y tenga volumen real de operaciones, no te asustes si baja. En tres, cinco días o un mes, suele recuperar. Si tienes dinero disponible, aprovecha para comprar en partes y bajar el precio medio; si no, simplemente espera a que rebote.

De lo que más orgulloso estoy es de haber comprado Dogecoin a 0,085 y haberlo mantenido hasta ahora, multiplicando por más de veinte veces.