Hermanos, si no tienen dinero, pueden orar en su corazón por los compatriotas afectados, pero nunca hagan donaciones fraudulentas. La donación fraudulenta no solo es un grave problema moral, ¡sino que también es un delito muy serio! Es realmente una falta de entendimiento, aprovecharse del sufrimiento ajeno. ¡Condemnamos enérgicamente todas las acciones de donación fraudulenta!