#鲍威尔讲话 A los 26 años, mi matrimonio llegó a su fin. Mi exmujer me dejó porque era pobre, se fue a medianoche recogiendo sus cosas y dejó al niño y un montón de deudas.

Durante ese tiempo apenas podía respirar, hasta que un día de repente aparecieron 2.100.000 en la cuenta. Al mirar esa cifra, parecía que todo el ruido a mi alrededor se apagaba.

Desde entonces, he estado solo con mi hijo navegando en el mundo cripto. El barco pesa, pero al menos el remo está en mis manos.

Llevo diez años en este sector. Al principio reuní como pude 9.000U prestados, ahora la cuenta tiene 300.000U. No conseguí información privilegiada, tampoco llegué a aprovechar ninguna supuesta súper tendencia alcista.

Simplemente utilicé un método que parece torpe, una y otra vez, ejecutando a rajatabla.

Este camino es realmente difícil. Liquidaciones, ventas a pérdida, colapsos... los he vivido todos. Me costó seis años encontrar el camino. Más de tres mil días y noches haciendo una sola cosa: tratar el trading de futuros como si fuera un videojuego, pasando nivel a nivel.

Estos años he resumido unas cuantas reglas sobre volumen y precio que me han funcionado bastante bien:

Si la subida es rápida pero la caída lenta, normalmente es que las manos fuertes están acumulando; si después de una subida brusca viene una caída repentina, esa es la señal de recogida de beneficios.

Nunca compres durante un flash crash. Si cae fuerte y sube despacio, es distribución; los rebotes solo son para engañar a los optimistas.

Cuidado con el bajo volumen en zonas altas. Un gran volumen en la cima no siempre significa un colapso inmediato, pero si hay lateralidad en máximos con reducción de volumen, el peligro está cerca.

Hay que confirmar los suelos. Un aumento puntual de volumen no significa que haya tocado fondo; hay que esperar a que se reduzca el volumen y luego aumente suavemente, ese es el momento para entrar.

El volumen es la causa, la vela es el efecto. Cuando baja el volumen, el mercado está frío; cuando sube, el dinero entra en tromba. Entender el volumen es entender el ritmo del mercado.

Lo más difícil es entrenar la mente hasta alcanzar el “vacío”. Atreverse a quedarse en liquidez, no ser avaricioso ni tener miedo, eso es el núcleo de la disciplina.

En el mundo cripto no faltan oportunidades, lo que falta es buena mentalidad y fuerte capacidad de ejecución. La mayoría no pierde por ir despacio, sino por actuar de forma caótica.

He caído en suficientes trampas; toma estas experiencias solo como referencia. El mercado ya empieza a agitarse, cada uno que gestione su propio ritmo.