Los NFT realmente necesitan salir de la trampa del ciclo de hype.

Piensa en este escenario: tienes un NFT que es básicamente un momento legendario del deporte—quizás un tiro que ganó el juego o una jugada épica. El equipo profesional que lo emitió comienza a usar ese clip exacto en exhibiciones en el estadio, comerciales de televisión o campañas en redes sociales. Aquí está el giro: cada vez que lo usan, tú recibes una parte.

Ese es el tipo de cambio de utilidad del que deberíamos estar hablando. No solo coleccionables digitales acumulando polvo en billeteras, sino activos que generan flujos de ingresos continuos cuando se utilizan activamente en el mundo real. Las franquicias deportivas tienen enormes bibliotecas de contenido; imagina si los aficionados pudieran poseer realmente partes de esa historia y beneficiarse financieramente cuando esos momentos se vuelvan a reproducir.

Así es como los NFT dejan de ser herramientas de especulación y comienzan a convertirse en activos legítimos generadores de ingresos.