Hombre, la forma en que algunas personas vienen a mendigar en este espacio... como si estuvieran literalmente en su último aliento. Jurando y perjurando que te pagarán de vuelta, promesas volando por todas partes.
¿Adivina qué? He sido quemado suficientes veces para saber mejor ahora. ¿Esas lecciones? Sí, fueron caras. Pero al menos aprendí a mantener mi billetera cerrada cuando comienzan a aparecer las historias tristes.
Las criptomonedas me enseñaron algo valioso: la confianza se gana, no se da porque alguien suene desesperado. Lección dura, pero necesaria.
Ver originales
Esta página puede contener contenido de terceros, que se proporciona únicamente con fines informativos (sin garantías ni declaraciones) y no debe considerarse como un respaldo por parte de Gate a las opiniones expresadas ni como asesoramiento financiero o profesional. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más detalles.
15 me gusta
Recompensa
15
5
Republicar
Compartir
Comentar
0/400
MEVVictimAlliance
· hace8h
Tomar a la gente por tonta hasta quedar insensibles, ahora al escuchar "te lo devolveré" solo me río, es demasiado real.
Ver originalesResponder0
StablecoinSkeptic
· hace8h
De verdad, ahora que veo a un "hermano que devuelve el dinero" simplemente lo bloqueo... El último que me prestó 5 eth aún no ha aparecido.
Ver originalesResponder0
RugResistant
· hace8h
He escuchado demasiadas historias de "te lo devolveré seguro", y al final todas se convirtieron en chistes. La billetera que se mantiene es la ganadora.
Ver originalesResponder0
DeFi_Dad_Jokes
· hace8h
Cuanto más fuerte te tomen a la gente por tonta, más consciente te vuelves, esa es la matrícula de la universidad de la encriptación.
Ver originalesResponder0
retroactive_airdrop
· hace8h
Después de haber sido engañado varias veces, realmente he aprendido a ser más astuto, en este círculo solo hay actores.
Hombre, la forma en que algunas personas vienen a mendigar en este espacio... como si estuvieran literalmente en su último aliento. Jurando y perjurando que te pagarán de vuelta, promesas volando por todas partes.
¿Adivina qué? He sido quemado suficientes veces para saber mejor ahora. ¿Esas lecciones? Sí, fueron caras. Pero al menos aprendí a mantener mi billetera cerrada cuando comienzan a aparecer las historias tristes.
Las criptomonedas me enseñaron algo valioso: la confianza se gana, no se da porque alguien suene desesperado. Lección dura, pero necesaria.