El Departamento de Justicia de EE. UU. acaba de aumentar la presión sobre la economía en la sombra alimentada por criptomonedas de Pyongyang. Las autoridades federales confiscaron otro lote de activos digitales relacionados con la red de financiamiento ilícito de Corea del Norte. Esta ofensiva tiene como objetivo cómo el régimen supuestamente convierte criptomonedas robadas en efectivo operativo, eludiendo sanciones tradicionales. La ofensiva en curso del DOJ señala un escrutinio intensificado sobre los esquemas de lavado de dinero basados en blockchain vinculados a grupos de hackers patrocinados por el estado.