Cuando la multitud persigue pumps en modo de euforia total, esa es tu señal para dar un paso atrás. ¿Y cuando la venta por pánico hace que todos corran hacia las salidas? Podría ser el momento de buscar entradas.

El enfoque contracorriente no se trata de ser diferente por el simple hecho de serlo; se trata de reconocer cuándo el sentimiento ha ido demasiado lejos en cualquier dirección. Los mercados son cíclicos. El miedo y la codicia oscilan como un péndulo, y posicionarse en oposición a la multitud puede revelar oportunidades que otros pasan por alto cuando están demasiado emocionalmente invertidos.

No digo que sea fácil. Ir contra la corriente requiere convicción. Pero algunas de las mejores jugadas ocurren cuando estás dispuesto a zigzaguear mientras todos los demás se desvían.