En los últimos tiempos, el mercado de criptomonedas está cayendo y, naturalmente, el estado de ánimo de muchos de nosotros está bajo.

Estamos mirando los gráficos, estamos esforzándonos, estamos analizando, pero los precios están retrocediendo.
En momentos así, siempre surge la misma pregunta en la mente de uno:
"¿Por qué no avanzamos a pesar de tanto esfuerzo?"

Sin embargo, la parte interesante es la siguiente: Los períodos que parecen no tener nada en el mercado son, de hecho, los momentos en los que ocurren los mayores desarrollos.

Podemos estar siguiendo los gráficos, manteniéndonos fieles a nuestras reglas y no cediendo en la disciplina...
Pero cuando la cuenta no se mueve, la motivación disminuye inevitablemente.
Esto es muy natural.

Pero en el lado invisible ocurre otra cosa:
Nuestra disciplina se acumula.
Nuestra habilidad para gestionar nuestras emociones mejora.
Aprendemos a mantener la calma en momentos de pánico y a no apresurarnos en momentos de oportunidad.
Esta "acumulación silenciosa" es el desarrollo más sólido que no se percibe desde el exterior.

Y luego un día…
El proceso que no avanza durante meses se acelera de repente.
Los desarrollos que antes tardaban semanas comienzan a caber en días.
Miremos el gráfico más claramente, comentemos con más calma, tomemos decisiones más acertadas.
Esto no es suerte.
Esto es el resultado acumulado de todo el trabajo que hemos realizado en la oscuridad.

Si hoy no vemos resultados y sentimos que nuestra moral ha caído, no olvidemos:
En realidad, el momento de ruptura podría estar mucho más cerca de lo que pensamos.
Porque las mayores transformaciones llegan justo después de los períodos que parecen más desesperanzadores.

Nuestra única verdadera derrota es,
dejar de continuar.

No importa lo que pase, confía en el proceso.
Proceso > Resultado.
Siempre.