El paro gubernamental de 43 días finalmente ha llegado a su fin, pero ha dejado un desastre sin precedentes: los datos de inflación de octubre de 2025 han desaparecido por completo.

Exacto, no es un lanzamiento retrasado, simplemente no existe. Ese número clave que debería mostrar un 3.1% (el valor más alto desde mayo del año pasado) nunca aparecerá en ningún informe oficial.

Lo que es aún más aterrador es el agujero negro de los datos de empleo: 800,000 trabajadores fueron temporalmente etiquetados como "desempleados" en las estadísticas. ¿Y los niveles salariales, la tasa de participación laboral y otros indicadores clave? Cuando la tasa de finalización apenas superaba el 50%, todo se vino abajo. No es un retraso técnico, sino una grieta de datos permanente en la historia económica.

Los números hablan, si es que aún están.

La factura presentada por la Oficina de Presupuesto del Congreso es impactante: entre 60 y 70 mil millones de dólares evaporados de inmediato, y entre 11 y 14 mil millones de pérdidas permanentes. El PIB del cuarto trimestre cayó drásticamente un 1.5%. Detrás de cada punto porcentual hay planes familiares rotos y oportunidades desaparecidas.

Pero la escena más mágica ocurrió en la Reserva Federal: las expectativas de recortes de tasas cayeron de un 92% "en firme" a un 67% de la noche a la mañana. No fue porque los datos económicos mejoraran, ya que simplemente no tenían datos que analizar. Así, la política de contracción monetaria de 25 a 35 mil millones de dólares al mes continuó avanzando en la ceguera.

La lógica loca del mercado

Mientras el índice de pánico VIX se dispara un 20%, Bitcoin, por otro lado, sube un 5% y el oro un 3%. Esta escena es bastante irónica: cuando los indicadores económicos tradicionales fallan, la "incertidumbre" en sí misma se convierte en la categoría de activos más codiciada.

Los fantasmales datos de inflación de octubre (energía +1.2%, vivienda +0.4%), aunque nunca se registraron oficialmente, realmente están vaciando los bolsillos de todos. La brecha entre la realidad económica y los datos estadísticos nunca ha sido tan amplia como ahora.