Giro inesperado en América Latina: Bolivia acaba de levantar su veto a Bitcoin y otras criptos el 26 de junio, revocando una prohibición que llevaba vigente desde diciembre de 2020.
Lo que cambia:
Las instituciones financieras ya pueden operar con criptomonedas
Se abren los canales electrónicos autorizados para comerciar
El cambio es oficial, avalado por el Banco Central de Bolivia (BCB)
La letra pequeña:
Antes de festejar, el BCB aclaró que las criptos no tienen estatus de moneda de curso legal. O sea: puedes usarlas para transacciones, pero el gobierno no las reconoce como dinero oficial. Es un paso intermedio, ni prohibición ni adopción total.
Por qué importa:
Bolivia originalemente las bloqueó por miedo al lavado de dinero y actividades ilegales. Que cambien de opinión sugiere que la presión por adoptar fintech está ganando en la región. Si más países latinoamericanos siguen este camino, podría acelerar la integración de criptomonedas en economías emergentes.
Una flexibilización con cautela, pero flexibilización al fin.
Esta página puede contener contenido de terceros, que se proporciona únicamente con fines informativos (sin garantías ni declaraciones) y no debe considerarse como un respaldo por parte de Gate a las opiniones expresadas ni como asesoramiento financiero o profesional. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más detalles.
Bolivia dice "sí" a las criptomonedas después de 3 años de prohibición
Giro inesperado en América Latina: Bolivia acaba de levantar su veto a Bitcoin y otras criptos el 26 de junio, revocando una prohibición que llevaba vigente desde diciembre de 2020.
Lo que cambia:
La letra pequeña: Antes de festejar, el BCB aclaró que las criptos no tienen estatus de moneda de curso legal. O sea: puedes usarlas para transacciones, pero el gobierno no las reconoce como dinero oficial. Es un paso intermedio, ni prohibición ni adopción total.
Por qué importa: Bolivia originalemente las bloqueó por miedo al lavado de dinero y actividades ilegales. Que cambien de opinión sugiere que la presión por adoptar fintech está ganando en la región. Si más países latinoamericanos siguen este camino, podría acelerar la integración de criptomonedas en economías emergentes.
Una flexibilización con cautela, pero flexibilización al fin.