El 14 de noviembre, los mercados de capitales globales experimentaron un ataque repentino.

¿Mecha? Comentarios de tono agresivo de un funcionario de la Reserva Federal han aplastado directamente las fantasías del mercado sobre una reducción de tasas en diciembre. Lo que es peor, una serie de datos económicos ambiguos, sumados a la preocupación por la ruptura de la burbuja del sector de IA, han convertido este "viernes negro" en una pesadilla para los inversores: el mercado de valores, los metales preciosos y los activos de riesgo han colapsado por completo.

El Nikkei de Tokio, el FTSE de Londres y el CAC40 de París no se salvaron, y el mercado británico se ve aún más afectado por la incertidumbre del presupuesto. Los futuros de las acciones estadounidenses ya muestran una apertura a la baja antes de la campana, y hay que recordar que el día anterior, el Dow Jones y el Nasdaq acababan de experimentar una caída significativa.

Las palabras de Jeremy Stretch, jefe de estrategias de divisas de CIBC Markets, son bastante impactantes: "Ahora el mercado ha regresado a una probabilidad de 50-50 para una reducción de tasas en diciembre, sumado al pánico de la burbuja de IA, el sentimiento está completamente fuera de control. Originalmente, este mes ya era muy volátil, ahora es aún más difícil de observar."

Lo más mágico es que por parte de la Casa Blanca también se añadió un comentario: se indicó directamente que los datos de desempleo de octubre podrían no estar disponibles nunca. Esto significa que la Reserva Federal, en ausencia de datos clave que lo respalden, podría continuar en espera, hasta que se presenten señales económicas más claras para realizar ajustes en la política.

La repentina restricción de las expectativas de liquidez ha aumentado drásticamente la presión de venta de los activos de riesgo.