Colombia vs las Criptos: ¿Legal pero Complicado?

Las criptomonedas en Colombia viven en una zona gris incómoda. No son ilegales, pero tampoco tienen un marco claro que las regule. El resultado: un caos administrativo que afecta a usuarios y empresas.

El Problema Real

Tomemos a Juan, un colombiano que compra Bitcoin para invertir. En teoría, puede hacerlo sin problemas. Pero cuando intenta transferir pesos a su billetera desde el banco, aparece la primera barrera: la Superintendencia Financiera prohibió explícitamente que los bancos colombianos manejen transacciones de criptomonedas.

Resultado: Juan tiene que recurrir a efectivo, meetups informales o plataformas no reguladas. Más riesgos, más fraude, más incertidumbre.

Y si Eres Empresario?

La situación es aún más complicada para negocios. Imagina una tienda online que acepta Bitcoin como pago. Según la DIAN, toda ganancia de estas transacciones debe reportarse y pagar impuestos, como cualquier ingreso normal.

Pero aquí está el twist: no existe una clasificación económica oficial para criptomonedas. Los contadores no saben cómo registrarlas en los libros. ¿Son activos? ¿Ingresos por venta? ¿Inversión? Cada empresa improvisa su propia solución, creando un desastre fiscal.

El Dilema que Nadie Resuelve

Colombia permite el uso de cripto pero hace que sea prácticamente imposible operarlas de forma integrada con el sistema financiero tradicional. Es como permitir carros eléctricos pero no construir estaciones de carga. La pregunta que queda en el aire: ¿cuánto tiempo más puede durar este limbo regulatorio?