Si inviertes dinero, has escuchado hablar del VAN (Valor Actual Neto) y la TIR (Tasa Interna de Retorno). Pero aquí viene lo incómodo: estos dos indicadores pueden contradecirse completamente, y la mayoría de inversores no sabe cómo resolverlo.
El problema real: VAN positivo pero TIR baja (o al revés)
Supongamos que comparas dos proyectos:
Proyecto A: VAN de $5,000 pero TIR del 8%
Proyecto B: VAN de $2,000 pero TIR del 15%
¿Cuál escoges? Aquí está la trampa. El VAN te dice cuánta ganancia neta en dinero real obtendrás. La TIR te dice el porcentaje de rentabilidad. No miden lo mismo.
VAN: El dinero que realmente ganarás
El VAN responde: “¿Cuántos dólares netos entraré al bolsillo después de descontar la inflación y el riesgo?”
Fórmula simplificada: Suma de flujos futuros (ajustados por riesgo) - Inversión inicial
Ejemplo real: Inviertes $10,000 hoy. Recibirás $4,000/año durante 5 años. Con tasa de descuento del 10%:
Valor presente de los flujos = $15,162
Menos inversión inicial = $5,162 de ganancia neta
VAN = positivo → buena inversión
Limitación crítica: El VAN depende de la “tasa de descuento” que tú escojas. Cambias eso y cambia todo. Además, ignora si el proyecto es flexible o si hay riesgos inesperados.
TIR: El porcentaje de retorno que promete
La TIR pregunta: “¿A qué tasa de rendimiento anual llegaría al equilibrio?”
Si la TIR es mayor que tu costo de capital, el proyecto es rentable.
El problema de la TIR:
Puede haber múltiples TIR para el mismo proyecto (confusión garantizada)
Asume que reinvertirás los flujos al mismo porcentaje (rara vez pasa en la realidad)
No sirve bien con flujos de efectivo irregulares o proyectos con pérdidas intermitentes
Un proyecto pequeño con TIR del 50% NO es mejor que uno grande con TIR del 12% si el segundo genera más dinero absoluto
¿Qué hacer cuando se contradicen?
Regla de oro: En caso de conflicto, confía más en el VAN si estás evaluando rentabilidad absoluta. Confía en la TIR si comparas proyectos similares en tamaño.
Mejor aún: usa ambas + otros indicadores:
ROI (Retorno sobre la Inversión)
Período de recuperación (cuánto tarda en recuperar lo invertido)
Índice de Rentabilidad (ganancia por cada dólar invertido)
La conclusión práctica
No elijas solo por VAN o solo por TIR. Los números pueden mentir si ignoras:
La volatilidad real del proyecto
Cambios económicos y regulatorios
Tu tolerancia personal al riesgo
El tamaño de tu cartera y diversificación
Un VAN positivo no garantiza éxito si el proyecto es riesgoso. Una TIR alta no sirve de nada si la inversión es illíquida. Combina las métricas, cuestiona tus supuestos y nunca confíes en un solo número.
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VAN vs TIR: Cuál elegir para tus inversiones y por qué muchos se equivocan
Si inviertes dinero, has escuchado hablar del VAN (Valor Actual Neto) y la TIR (Tasa Interna de Retorno). Pero aquí viene lo incómodo: estos dos indicadores pueden contradecirse completamente, y la mayoría de inversores no sabe cómo resolverlo.
El problema real: VAN positivo pero TIR baja (o al revés)
Supongamos que comparas dos proyectos:
¿Cuál escoges? Aquí está la trampa. El VAN te dice cuánta ganancia neta en dinero real obtendrás. La TIR te dice el porcentaje de rentabilidad. No miden lo mismo.
VAN: El dinero que realmente ganarás
El VAN responde: “¿Cuántos dólares netos entraré al bolsillo después de descontar la inflación y el riesgo?”
Fórmula simplificada: Suma de flujos futuros (ajustados por riesgo) - Inversión inicial
Ejemplo real: Inviertes $10,000 hoy. Recibirás $4,000/año durante 5 años. Con tasa de descuento del 10%:
Limitación crítica: El VAN depende de la “tasa de descuento” que tú escojas. Cambias eso y cambia todo. Además, ignora si el proyecto es flexible o si hay riesgos inesperados.
TIR: El porcentaje de retorno que promete
La TIR pregunta: “¿A qué tasa de rendimiento anual llegaría al equilibrio?”
Si la TIR es mayor que tu costo de capital, el proyecto es rentable.
El problema de la TIR:
¿Qué hacer cuando se contradicen?
Regla de oro: En caso de conflicto, confía más en el VAN si estás evaluando rentabilidad absoluta. Confía en la TIR si comparas proyectos similares en tamaño.
Mejor aún: usa ambas + otros indicadores:
La conclusión práctica
No elijas solo por VAN o solo por TIR. Los números pueden mentir si ignoras:
Un VAN positivo no garantiza éxito si el proyecto es riesgoso. Una TIR alta no sirve de nada si la inversión es illíquida. Combina las métricas, cuestiona tus supuestos y nunca confíes en un solo número.