El par EUR/JPY ha sido el centro de atención en 2025, y por buenas razones. Después de casi dos décadas dominado por el carry trade, finalmente vemos un giro estructural que favorece al yen japonés. Pero, ¿qué está pasando realmente?
El drama de cinco actos en 2025
En solo cuatro meses, el EUR/JPY ha vivido una montaña rusa de 8 yenes. Comenzó en 161,7 ¥, se desplomó a 155,6 ¥ el 27 de febrero (pánico por aranceles de EE.UU.), y alcanzó 164,2 ¥ el 1 de mayo. Hoy ronda 163,4 ¥. Esta volatilidad no es aleatoria; responde a cinco cambios clave:
El Banco de Japón finalmente sube tipos. El BoJ llevó su referencia al 0,50% en enero (la más alta desde 2008). Aunque el impacto inicial fue moderado, cada subida adicional drena liquidez del carry trade que ha presionado el yen durante años.
El BCE hace exactamente lo contrario. Con la inflación cayendo y Europa frenándose, el BCE recortó tasas tres veces (30 de enero, 12 de marzo, 17 de abril), bajando su facilidad de depósito del 4% al 2,25%. Cada corte debilitó el euro.
El yen recupera su rol de refugio seguro. Cuando Washington anunció aranceles (10% general, 20% para la UE en febrero), el miedo disparó la demanda de yenes. Japón no depende del dinero extranjero, es acreedor neto mundial, y su mercado cambiario es enorme y líquido. En crisis, el yen sube siempre.
China inyecta estímulo. El Banco Popular chino bajó su repo a 7 días al 1,40% en mayo y flexibilizó reservas bancarias. El apetito por riesgo regresó, los inversores abandonaron la cobertura defensiva en yenes, y el cruce subió rápidamente a 164,2 ¥.
La clave es el diferencial de tipos. Cuando el miedo domina, el yen gana. Cuando los mercados se relajan, el diferencial de rentabilidad vuelve a importar. En 2025, esa balanza se ha movido claramente hacia el yen.
¿Qué nos dice el análisis técnico?
El gráfico diario muestra un sesgo alcista moderado, pero con señales de agotamiento. El precio cotiza por encima de la media móvil principal (161 ¥), confirmando la tendencia al alza desde marzo. Sin embargo, las últimas velas son débiles, agrupadas cerca de la banda superior del canal de Bollinger (164 ¥), y el canal se ha estrechado—clásico anticipo de un movimiento brusco.
El RSI está en 56 tras tocar 67 hace una semana, lo que sugiere una posible corrección a corto plazo. Los soportes clave están en 162,5 ¥ (media móvil) y 161 ¥ (confluencia de bandas). Por arriba, resistencia firme en 164,2 ¥; romper esto abriría camino a 166-168 ¥.
La previsión para cierre 2025
Las proyecciones están dispersas pero reveladoras:
LongForecast: 165-173 ¥
CoinCodex: 166,08-171,94 ¥
Traders Union: 165,64 ¥
Bankinter: 160-170 ¥
Nuestro escenario base: 162 ¥, con sesgo ligeramente alcista del yen si el BoJ confirma su ciclo de alzas en 2026.
¿Por qué? El mercado está descontando que el BoJ subirá al 0,75% en verano y al 1% en otoño. Mientras tanto, el BCE bajará al 2% antes de Navidad. Eso reduce el diferencial de rendimiento a poco más de un punto porcentual—insuficiente para compensar el riesgo en un contexto geopolítico inestable.
El resultado: un rango amplio pero con deriva descendente suave. Cuando los mercados estén tranquilos, el euro debería resistirse por encima de 165 ¥. Cuando aparezca un susto (inflación fuerte en EE.UU., nuevos aranceles, corrección bursátil), el yen recuperará protagonismo y podría llevar el par a 158-160 ¥.
¿Es buen momento para comprar yenes?
Por primera vez en casi dos décadas, la respuesta es sí.
A corto plazo (3-6 meses): El cruce oscila dentro de 160-170 ¥. Cada vez que se acerque a 165-170, vender euros y comprar yenes con objetivo en 162 ¥ tiene sentido. Mantén un stop disciplinado en 171 ¥. Los días previos a reuniones del BoJ generan movimientos rápidos de 1-2 yenes; traders activos pueden explotarlos con futuros de tamaño reducido.
A medio plazo (cierre 2025): Acumula yenes por tramos. Compra cada vez que el cruce supere 163-164 ¥ para promediar precio. Si necesitas cobertura en euros, fija forwards o depósitos en yenes cerca de niveles actuales; el coste baja conforme el diferencial se estrecha.
Cuándo vender: Si el cruce toca 160-162 ¥ tras las subidas del BoJ de verano/otoño, recoge al menos parte de ganancias. Deja algo como protección ante sobresaltos geopolíticos, que históricamente impulsan el yen.
Los riesgos que no puedes ignorar
Pausa del BoJ: Si la inflación nipona cede inesperadamente, el banco central podría frenar su ciclo de alzas.
Repunte inflacionario europeo: Un rebote de inflación subyacente frenaría los recortes del BCE.
Rally bursátil prolongado: Reactiva el carry trade y presiona el par hacia 167-168 ¥.
Nueva ronda de aranceles: Impulsaría el yen refugio hacia 158-160 ¥.
Distensión comercial: Efecto contrario, rebotes hacia 167-168 ¥.
Mantén stops claros. Revisa exposición después de cada reunión de bancos centrales.
La conclusión que importa
2025 marca un quiebre histórico. El BoJ termina el dinero casi gratis. El BCE sigue recortando. El diferencial de rentabilidad, que rondaba dos puntos hace un año, se reduce a uno. El carry trade—ese camino de sentido único que presionó el yen durante casi dos décadas—finalmente empieza a desenrollarse.
Compra yenes en los repuntes hacia 165-170 ¥, apuntando a 160-162 ¥. El sesgo estructural está a tu favor.
Esta página puede contener contenido de terceros, que se proporciona únicamente con fines informativos (sin garantías ni declaraciones) y no debe considerarse como un respaldo por parte de Gate a las opiniones expresadas ni como asesoramiento financiero o profesional. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más detalles.
EUR/JPY 2025: ¿Por qué el yen está en su mejor momento en años?
El par EUR/JPY ha sido el centro de atención en 2025, y por buenas razones. Después de casi dos décadas dominado por el carry trade, finalmente vemos un giro estructural que favorece al yen japonés. Pero, ¿qué está pasando realmente?
El drama de cinco actos en 2025
En solo cuatro meses, el EUR/JPY ha vivido una montaña rusa de 8 yenes. Comenzó en 161,7 ¥, se desplomó a 155,6 ¥ el 27 de febrero (pánico por aranceles de EE.UU.), y alcanzó 164,2 ¥ el 1 de mayo. Hoy ronda 163,4 ¥. Esta volatilidad no es aleatoria; responde a cinco cambios clave:
El Banco de Japón finalmente sube tipos. El BoJ llevó su referencia al 0,50% en enero (la más alta desde 2008). Aunque el impacto inicial fue moderado, cada subida adicional drena liquidez del carry trade que ha presionado el yen durante años.
El BCE hace exactamente lo contrario. Con la inflación cayendo y Europa frenándose, el BCE recortó tasas tres veces (30 de enero, 12 de marzo, 17 de abril), bajando su facilidad de depósito del 4% al 2,25%. Cada corte debilitó el euro.
El yen recupera su rol de refugio seguro. Cuando Washington anunció aranceles (10% general, 20% para la UE en febrero), el miedo disparó la demanda de yenes. Japón no depende del dinero extranjero, es acreedor neto mundial, y su mercado cambiario es enorme y líquido. En crisis, el yen sube siempre.
China inyecta estímulo. El Banco Popular chino bajó su repo a 7 días al 1,40% en mayo y flexibilizó reservas bancarias. El apetito por riesgo regresó, los inversores abandonaron la cobertura defensiva en yenes, y el cruce subió rápidamente a 164,2 ¥.
La clave es el diferencial de tipos. Cuando el miedo domina, el yen gana. Cuando los mercados se relajan, el diferencial de rentabilidad vuelve a importar. En 2025, esa balanza se ha movido claramente hacia el yen.
¿Qué nos dice el análisis técnico?
El gráfico diario muestra un sesgo alcista moderado, pero con señales de agotamiento. El precio cotiza por encima de la media móvil principal (161 ¥), confirmando la tendencia al alza desde marzo. Sin embargo, las últimas velas son débiles, agrupadas cerca de la banda superior del canal de Bollinger (164 ¥), y el canal se ha estrechado—clásico anticipo de un movimiento brusco.
El RSI está en 56 tras tocar 67 hace una semana, lo que sugiere una posible corrección a corto plazo. Los soportes clave están en 162,5 ¥ (media móvil) y 161 ¥ (confluencia de bandas). Por arriba, resistencia firme en 164,2 ¥; romper esto abriría camino a 166-168 ¥.
La previsión para cierre 2025
Las proyecciones están dispersas pero reveladoras:
Nuestro escenario base: 162 ¥, con sesgo ligeramente alcista del yen si el BoJ confirma su ciclo de alzas en 2026.
¿Por qué? El mercado está descontando que el BoJ subirá al 0,75% en verano y al 1% en otoño. Mientras tanto, el BCE bajará al 2% antes de Navidad. Eso reduce el diferencial de rendimiento a poco más de un punto porcentual—insuficiente para compensar el riesgo en un contexto geopolítico inestable.
El resultado: un rango amplio pero con deriva descendente suave. Cuando los mercados estén tranquilos, el euro debería resistirse por encima de 165 ¥. Cuando aparezca un susto (inflación fuerte en EE.UU., nuevos aranceles, corrección bursátil), el yen recuperará protagonismo y podría llevar el par a 158-160 ¥.
¿Es buen momento para comprar yenes?
Por primera vez en casi dos décadas, la respuesta es sí.
A corto plazo (3-6 meses): El cruce oscila dentro de 160-170 ¥. Cada vez que se acerque a 165-170, vender euros y comprar yenes con objetivo en 162 ¥ tiene sentido. Mantén un stop disciplinado en 171 ¥. Los días previos a reuniones del BoJ generan movimientos rápidos de 1-2 yenes; traders activos pueden explotarlos con futuros de tamaño reducido.
A medio plazo (cierre 2025): Acumula yenes por tramos. Compra cada vez que el cruce supere 163-164 ¥ para promediar precio. Si necesitas cobertura en euros, fija forwards o depósitos en yenes cerca de niveles actuales; el coste baja conforme el diferencial se estrecha.
Cuándo vender: Si el cruce toca 160-162 ¥ tras las subidas del BoJ de verano/otoño, recoge al menos parte de ganancias. Deja algo como protección ante sobresaltos geopolíticos, que históricamente impulsan el yen.
Los riesgos que no puedes ignorar
Mantén stops claros. Revisa exposición después de cada reunión de bancos centrales.
La conclusión que importa
2025 marca un quiebre histórico. El BoJ termina el dinero casi gratis. El BCE sigue recortando. El diferencial de rentabilidad, que rondaba dos puntos hace un año, se reduce a uno. El carry trade—ese camino de sentido único que presionó el yen durante casi dos décadas—finalmente empieza a desenrollarse.
Compra yenes en los repuntes hacia 165-170 ¥, apuntando a 160-162 ¥. El sesgo estructural está a tu favor.