Las empresas no emiten todas sus acciones igual. Existen dos tipos principales que funcionan de formas muy distintas, y elegir bien entre ellas puede cambiar tus resultados como inversor.
La diferencia básica: voto vs. dinero seguro
Acciones comunes: Son el tipo clásico. Te dan derecho a votar en las decisiones de la empresa (como quién será el director), acceso a dividendos variables según cómo le vaya a la compañía, y mayor potencial de crecimiento. El lado negativo: volatilidad extrema y sin ingresos garantizados.
Acciones preferentes: Sin derecho a voto, pero con dividendos fijos o predecibles (eso es lo “preferente”). Si la empresa quiebra, recuperas dinero antes que los accionistas comunes. La trampa: casi nulo potencial de crecimiento y menos liquidez para venderlas.
¿Para quién es cada una?
Comunes → Inversores jóvenes/agresivos
Buscas crecer tu dinero a largo plazo
Aguantas ver tu inversión fluctuar
Tu horizonte temporal es amplio (10+ años)
Preferentes → Inversores conservadores/jubilados
Necesitas ingresos regulares y predecibles
Quieres dormir tranquilo sin ver volatilidad
Proteges tu capital, no lo buscas multiplicar
Los números hablan
En 5 años pasados, el S&P U.S. Preferred Stock Index cayó 18,05%, mientras el S&P 500 (acciones comunes principalmente) subió 57,60%. Esa brecha muestra claramente el trade-off: acciones comunes = mayor crecimiento pero riesgo real; preferentes = estables pero sin despegues.
Estrategia inteligente
No es blanco o negro. Muchos inversores mezclan ambas:
Comunes para el crecimiento
Preferentes para la estabilidad y flujo de caja
Diversificar entre ambas tipos reduce riesgo total y suaviza las caídas del mercado.
Cómo empezar
Elige un bróker regulado y confiable
Abre cuenta (datos básicos + depósito inicial)
Investiga bien la empresa (números, sector, tendencias)
Ejecuta tu orden: al mercado o a precio límite
Revisa regularmente y ajusta según el contexto
Pro tip: También puedes operar CFDs sobre estas acciones sin tenerlas físicamente, ideal si prefieres más flexibilidad.
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¿Acciones Comunes o Preferentes? Elige la que mejor se adapte a ti
Las empresas no emiten todas sus acciones igual. Existen dos tipos principales que funcionan de formas muy distintas, y elegir bien entre ellas puede cambiar tus resultados como inversor.
La diferencia básica: voto vs. dinero seguro
Acciones comunes: Son el tipo clásico. Te dan derecho a votar en las decisiones de la empresa (como quién será el director), acceso a dividendos variables según cómo le vaya a la compañía, y mayor potencial de crecimiento. El lado negativo: volatilidad extrema y sin ingresos garantizados.
Acciones preferentes: Sin derecho a voto, pero con dividendos fijos o predecibles (eso es lo “preferente”). Si la empresa quiebra, recuperas dinero antes que los accionistas comunes. La trampa: casi nulo potencial de crecimiento y menos liquidez para venderlas.
¿Para quién es cada una?
Comunes → Inversores jóvenes/agresivos
Preferentes → Inversores conservadores/jubilados
Los números hablan
En 5 años pasados, el S&P U.S. Preferred Stock Index cayó 18,05%, mientras el S&P 500 (acciones comunes principalmente) subió 57,60%. Esa brecha muestra claramente el trade-off: acciones comunes = mayor crecimiento pero riesgo real; preferentes = estables pero sin despegues.
Estrategia inteligente
No es blanco o negro. Muchos inversores mezclan ambas:
Diversificar entre ambas tipos reduce riesgo total y suaviza las caídas del mercado.
Cómo empezar
Pro tip: También puedes operar CFDs sobre estas acciones sin tenerlas físicamente, ideal si prefieres más flexibilidad.