Si estás pensando en meter guita en bolsa, hay una cosa que la mayoría no entiende: no todas las acciones son iguales. La diferencia entre comprar comunes o preferentes puede ser la diferencia entre ganar exponencialmente o tener ingresos pasivos fijos.
Las tres que mueven el mercado:
Acciones comunes: Son el clásico. Tenés derecho a voto, participas en las decisiones de la empresa y los dividendos varían según qué tal le vaya. El catch: mucha volatilidad, difícil de vender, y si la empresa quiebra, tu plata se va a cero. Pero si aciertas, las ganancias pueden ser locas.
Acciones preferentes: Acá cambia el juego. Sin derecho a voto, pero con dividendos fijos. No importa si la empresa la rompió o está en problemas, vos cobras igual. Si la empresa va al tacho, vos recuperas antes que los de comunes. Más seguro, menos drama.
Acciones privilegiadas: Lo mejor de ambos mundos. Tenés voto Y beneficios de preferentes. Pero necesitás aprobación de la asamblea de accionistas.
El ejemplo que cierra:
Microsoft en julio 2022: abrió en 254.84 USD y cerró en 277.64 USD = +22.80 USD de ganancia (con lotaje de 1). Al mes siguiente, quién operó en corto también ganó 14.85 USD con la caída.
La clave está en entender qué tipo de acción entra en tu estrategia: ¿buscas ganancias exponenciales o ingresos recurrentes? ¿Querés controlar la empresa o solo que trabaje tu dinero?
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¿Venderías tus acciones a ciegas? Aprende los 3 tipos que realmente importan
Si estás pensando en meter guita en bolsa, hay una cosa que la mayoría no entiende: no todas las acciones son iguales. La diferencia entre comprar comunes o preferentes puede ser la diferencia entre ganar exponencialmente o tener ingresos pasivos fijos.
Las tres que mueven el mercado:
Acciones comunes: Son el clásico. Tenés derecho a voto, participas en las decisiones de la empresa y los dividendos varían según qué tal le vaya. El catch: mucha volatilidad, difícil de vender, y si la empresa quiebra, tu plata se va a cero. Pero si aciertas, las ganancias pueden ser locas.
Acciones preferentes: Acá cambia el juego. Sin derecho a voto, pero con dividendos fijos. No importa si la empresa la rompió o está en problemas, vos cobras igual. Si la empresa va al tacho, vos recuperas antes que los de comunes. Más seguro, menos drama.
Acciones privilegiadas: Lo mejor de ambos mundos. Tenés voto Y beneficios de preferentes. Pero necesitás aprobación de la asamblea de accionistas.
El ejemplo que cierra:
Microsoft en julio 2022: abrió en 254.84 USD y cerró en 277.64 USD = +22.80 USD de ganancia (con lotaje de 1). Al mes siguiente, quién operó en corto también ganó 14.85 USD con la caída.
La clave está en entender qué tipo de acción entra en tu estrategia: ¿buscas ganancias exponenciales o ingresos recurrentes? ¿Querés controlar la empresa o solo que trabaje tu dinero?