El Dilema de la Descentralización: Por qué Solana podría superar a Ethereum
He estado observando la evolución del espacio blockchain durante años, y las recientes afirmaciones de Justin Bons sobre Solana potencialmente convirtiéndose en la blockchain más descentralizada realmente me han impactado. Como fundador de Cyber Capital, Bons no está haciendo predicciones vacías; está desafiando los mismos fundamentos de cómo medimos la descentralización.
Lo que más me fascina es su enfoque económico hacia la descentralización. En lugar de obsesionarse con los requisitos de hardware, Bons enmarca el problema en torno a los ingresos por tarifas. "La descentralización proviene en última instancia de las tarifas", argumenta, sugiriendo que sin una escalabilidad L1 significativa, "Ethereum pierde el juego."
Esta perspectiva pone patas arriba la sabiduría convencional. Si tiene razón, la estrategia centrada en rollups de Ethereum podría estar socavando su descentralización al desviar las tarifas de la capa base. Mientras tanto, la agresiva escalabilidad L1 de Solana podría crear un ciclo virtuoso: más rendimiento genera más tarifas, lo que financia la economía de los validadores y apoya un conjunto más amplio de operadores.
Los números que cita Bons son sorprendentes. Afirma que "¡El Coeficiente de Nakamoto de ETH es 2! ¡El Coeficiente de Nakamoto de SOL es 19!" - una diferencia dramática en el número mínimo de validadores necesarios para comprometer la red. Él culpa a la "decisión de Ethereum de no implementar la delegación nativa" por permitir que un proveedor de staking líquido domine el panorama.
Al observar los presupuestos de seguridad, sus cálculos sugieren que Ethereum se sitúa en aproximadamente $50.5 mil millones, mientras que el de Solana es de alrededor de $25.3 mil millones. ¿La sorpresa? "El precio de SOL solo necesita duplicarse para superar el presupuesto de seguridad de ETH." Esa es una afirmación audaz considerando que la capitalización de mercado de Ethereum es aproximadamente cinco veces mayor.
Pero aquí está lo que realmente me molesta: Bons desafía la noción de que requisitos de nodo más bajos automáticamente equivalen a una mayor descentralización. En cambio, propone un modelo más matizado donde la utilidad a gran escala produce flujos de tarifas que financian una participación más amplia de validadores. Sin esas tarifas, ¿qué tan sostenible es realmente la descentralización?
El bucle causal que describe tiene sentido intuitivo: rendimiento → uso → tarifas → beneficios de los validadores → dispersión de la participación → resistencia a la censura. Si esto se complica en L1, la descentralización de Solana podría, de hecho, superar a la de Ethereum con el tiempo.
Por supuesto, ninguna de las cadenas de bloques es perfecta. Pero el marco de Bons nos obliga a reconsiderar lo que significa la verdadera descentralización en la práctica. ¿Se trata de accesibilidad teórica o de sostenibilidad económica? El mercado decidirá en última instancia qué enfoque prevalece.
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El Dilema de la Descentralización: Por qué Solana podría superar a Ethereum
He estado observando la evolución del espacio blockchain durante años, y las recientes afirmaciones de Justin Bons sobre Solana potencialmente convirtiéndose en la blockchain más descentralizada realmente me han impactado. Como fundador de Cyber Capital, Bons no está haciendo predicciones vacías; está desafiando los mismos fundamentos de cómo medimos la descentralización.
Lo que más me fascina es su enfoque económico hacia la descentralización. En lugar de obsesionarse con los requisitos de hardware, Bons enmarca el problema en torno a los ingresos por tarifas. "La descentralización proviene en última instancia de las tarifas", argumenta, sugiriendo que sin una escalabilidad L1 significativa, "Ethereum pierde el juego."
Esta perspectiva pone patas arriba la sabiduría convencional. Si tiene razón, la estrategia centrada en rollups de Ethereum podría estar socavando su descentralización al desviar las tarifas de la capa base. Mientras tanto, la agresiva escalabilidad L1 de Solana podría crear un ciclo virtuoso: más rendimiento genera más tarifas, lo que financia la economía de los validadores y apoya un conjunto más amplio de operadores.
Los números que cita Bons son sorprendentes. Afirma que "¡El Coeficiente de Nakamoto de ETH es 2! ¡El Coeficiente de Nakamoto de SOL es 19!" - una diferencia dramática en el número mínimo de validadores necesarios para comprometer la red. Él culpa a la "decisión de Ethereum de no implementar la delegación nativa" por permitir que un proveedor de staking líquido domine el panorama.
Al observar los presupuestos de seguridad, sus cálculos sugieren que Ethereum se sitúa en aproximadamente $50.5 mil millones, mientras que el de Solana es de alrededor de $25.3 mil millones. ¿La sorpresa? "El precio de SOL solo necesita duplicarse para superar el presupuesto de seguridad de ETH." Esa es una afirmación audaz considerando que la capitalización de mercado de Ethereum es aproximadamente cinco veces mayor.
Pero aquí está lo que realmente me molesta: Bons desafía la noción de que requisitos de nodo más bajos automáticamente equivalen a una mayor descentralización. En cambio, propone un modelo más matizado donde la utilidad a gran escala produce flujos de tarifas que financian una participación más amplia de validadores. Sin esas tarifas, ¿qué tan sostenible es realmente la descentralización?
El bucle causal que describe tiene sentido intuitivo: rendimiento → uso → tarifas → beneficios de los validadores → dispersión de la participación → resistencia a la censura. Si esto se complica en L1, la descentralización de Solana podría, de hecho, superar a la de Ethereum con el tiempo.
Por supuesto, ninguna de las cadenas de bloques es perfecta. Pero el marco de Bons nos obliga a reconsiderar lo que significa la verdadera descentralización en la práctica. ¿Se trata de accesibilidad teórica o de sostenibilidad económica? El mercado decidirá en última instancia qué enfoque prevalece.