En los últimos 80 años, la era del comercio pacífico ha hecho que el oro se vea principalmente como joyería y activo de reserva. Sin embargo, con el colapso del orden globalizado, la lógica de la demanda de oro está experimentando un cambio fundamental. En los últimos años, la aplicación del oro en el ámbito tecnológico, como la fabricación de chips y la industria aeroespacial, así como el surgimiento de ETF de oro y Comercio OTC, se están convirtiendo en nuevos motores para impulsar la demanda de oro.
Desde 2018, la situación mundial ha pasado de la cooperación a la división. La guerra comercial, la crisis pandémica y la reestructuración de las cadenas de suministro han llevado a que la competencia internacional regrese a la "era del puño" donde predomina la fuerza. Esta situación ha agudizado las contradicciones entre los países, sembrando las semillas de potenciales conflictos.
En este contexto, la relación entre el oro y el dólar también está cambiando silenciosamente. La fortaleza del dólar ya no presiona unilateralmente los precios del oro, mientras que el ascenso del oro tampoco puede sacudir la posición dominante del dólar. Se parecen más a dos fuerzas que se equilibran mutuamente en tiempos de turbulencia: el dólar representa el orden internacional actual, mientras que el oro se ha convertido en un activo 'anti-frágil' para enfrentar crisis.
De cara al futuro, poseer oro ya no se limita a combatir la inflación. Representa una apuesta por la intersección de los avances tecnológicos y los riesgos geopolíticos. El oro se está convirtiendo en el 'sangre metálica' indispensable para la industria de alta tecnología, y al mismo tiempo, es el vehículo de crédito más confiable en este mundo lleno de incertidumbres.
Con la profundización de estas tendencias, el oro desempeñará un papel más importante en la próxima década de lo que imaginamos. No solo es una moneda en el sentido tradicional, sino que se convertirá en un elemento clave en el desarrollo tecnológico y en los cambios en la estructura de la economía global. El escenario del oro es mucho más amplio de lo que pensamos.
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InscriptionGriller
· hace14h
¡Ser engañados han ido a tomar a la gente por tonta en el mercado del oro!
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GasFeeCry
· 10-11 03:51
Los que tienen dinero ya han hecho Rug Pull.
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PaperHandsCriminal
· 10-11 03:44
No digo nada, simplemente comprar la caída está en la mitad de la montaña.
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OnchainDetective
· 10-11 03:31
Esas acciones de grandes fondos acumulando oro comenzaron ya en 2020, ¿no es una coincidencia?
En los últimos 80 años, la era del comercio pacífico ha hecho que el oro se vea principalmente como joyería y activo de reserva. Sin embargo, con el colapso del orden globalizado, la lógica de la demanda de oro está experimentando un cambio fundamental. En los últimos años, la aplicación del oro en el ámbito tecnológico, como la fabricación de chips y la industria aeroespacial, así como el surgimiento de ETF de oro y Comercio OTC, se están convirtiendo en nuevos motores para impulsar la demanda de oro.
Desde 2018, la situación mundial ha pasado de la cooperación a la división. La guerra comercial, la crisis pandémica y la reestructuración de las cadenas de suministro han llevado a que la competencia internacional regrese a la "era del puño" donde predomina la fuerza. Esta situación ha agudizado las contradicciones entre los países, sembrando las semillas de potenciales conflictos.
En este contexto, la relación entre el oro y el dólar también está cambiando silenciosamente. La fortaleza del dólar ya no presiona unilateralmente los precios del oro, mientras que el ascenso del oro tampoco puede sacudir la posición dominante del dólar. Se parecen más a dos fuerzas que se equilibran mutuamente en tiempos de turbulencia: el dólar representa el orden internacional actual, mientras que el oro se ha convertido en un activo 'anti-frágil' para enfrentar crisis.
De cara al futuro, poseer oro ya no se limita a combatir la inflación. Representa una apuesta por la intersección de los avances tecnológicos y los riesgos geopolíticos. El oro se está convirtiendo en el 'sangre metálica' indispensable para la industria de alta tecnología, y al mismo tiempo, es el vehículo de crédito más confiable en este mundo lleno de incertidumbres.
Con la profundización de estas tendencias, el oro desempeñará un papel más importante en la próxima década de lo que imaginamos. No solo es una moneda en el sentido tradicional, sino que se convertirá en un elemento clave en el desarrollo tecnológico y en los cambios en la estructura de la economía global. El escenario del oro es mucho más amplio de lo que pensamos.