¿Cómo no olvidar el propósito original en la vida diaria?

Al principio es muy simple: el objetivo enciende la pasión.

Pero con el tiempo, todo se desvanecerá: la presión del mercado, el desgaste emocional, incluso olvidarás por qué comenzaste en primer lugar.

Los objetivos no solo deben ser escritos, sino que necesitan ser alimentados continuamente.

Recuerda por qué estás aquí, registra cada pequeño progreso, enfócate en la construcción del camino y no en perseguir la meta.

El objetivo es el combustible, sin él te consumirás rápidamente.