Cómo transfiero mis bitcoins: experiencia personal sin ceremonias

¡Vaya, otra vez tengo que transferir criptomonedas a alguien! La última vez cometí un error tan grande con la dirección que casi pierdo un ether entero. Esta vez decidí hacerlo todo con cuidado. Entro en mi cuenta de un intercambio popular ( no voy a nombrar, ya saben cuál es — ahí donde todo es amarillo ).

Lo primero que hago es iniciar sesión, introduzco la contraseña y espero ese molesto SMS con el código; odio esta autenticación de dos factores, pero entiendo que no se puede evitar. Hoy el código llegó rápido, normalmente espero tres minutos.

Inmediatamente pulso en "Billetera" — en mi aplicación este botón está abajo, nunca puedo encontrarlo a la primera. Elijo "Spot" — allí están mis bitcoins.

Hago clic en "Retirar" y en la búsqueda escribo BTC. Aquí está lo más complicado: insertar correctamente la dirección del monedero del destinatario. Un amigo me la envió por Telegram, la copio y reviso cuidadosamente. Estas largas cadenas de números y letras siempre me generan pánico: si cometo un error en un símbolo, el dinero se irá a la nada.

Luego hay que elegir la red. Normalmente elijo la red nativa de BTC, aunque la comisión sea más alta, es más fiable. Hubo la tentación de elegir otra red más barata, pero la última vez tuve que esperar casi un día para que la transacción se confirmara.

Introduzco la suma — 0.05 BTC. Se muestra inmediatamente la comisión — ¡otra vez un robo a plena luz del día! Pero no hay a dónde ir, tendré que pagar.

Una vez más reviso todo: la dirección, la red, la cantidad. Presiono "Retirar" y... ¡otra vez esos códigos de confirmación! Tengo que ir a mi correo por el código, luego a Google Authenticator. Tengo la sensación de que estoy enviando códigos nucleares secretos, no simplemente transfiriendo dinero.

¡Listo! Ahora lo más doloroso: la espera. Miro el estado "En procesamiento" y actualizo nerviosamente la página cada 30 segundos. A veces, estas confirmaciones en la red duran una eternidad, especialmente cuando la red está congestionada. En esos momentos siempre pienso: ¿no se podía haber ideado algo más rápido?

Después de tres tazas de café y cinco cigarros, la transacción finalmente ha sido confirmada. Estoy revisando el historial de transacciones — todo ha salido bien. Ahora puedo respirar aliviado.

Mi consejo para los principiantes: verifica tres veces la dirección antes de enviar, elige la red correcta y prepárate para las comisiones. Y sí, es mejor no hacerlo con prisa: la criptomoneda no perdona errores.