Los 5 países con mayor escasez de hombres: Un mercado matrimonial en crisis

Recorriendo las orillas del Mar Báltico, me encontré con Lituania, un pequeño país que esconde mucho más que sus 65.300 kilómetros cuadrados de tierra. Entre castillos y museos que narran siglos de historia, descubrí una realidad alarmante: las mujeres superan ampliamente en número a los hombres, creando un verdadero caos en el mercado matrimonial.

¡Menuda ironía! En un país conocido por sus bellezas femeninas, muchas mujeres talentosas y guapísimas no encuentran pareja adecuada. Y no es solo en Lituania. La situación en Letonia es todavía más jodida, por no hablar de Bielorrusia y Estonia, donde el panorama tampoco pinta bien.

¿Qué hacen estas chicas? Pues lo obvio: buscar fuera. Están cruzando fronteras, enfrentándose a idiomas extraños y adaptándose a culturas distintas con tal de encontrar el amor. Me pregunto si realmente vale la pena tanto esfuerzo solo por encontrar pareja, pero parece que para ellas sí.

Este desastre demográfico no ha caído del cielo. El envejecimiento poblacional, economías estancadas y divisiones regionales han contribuido a esta situación. Y por si fuera poco, prejuicios de género profundamente arraigados solo empeoran las cosas. La sociedad sigue esperando que las mujeres cumplan ciertos roles, mientras los hombres escasean o, peor aún, no dan la talla según las expectativas.

Los gobiernos están intentando arreglarlo, claro. En Bielorrusia han lanzado proyectos como "Mujeres Héroes" para ayudar a desempleadas a encontrar trabajo. Estonia y Letonia han implementado leyes de igualdad y fomentan el liderazgo femenino. Pero seamos sinceros: son parches para una herida mucho más profunda.

Ucrania es otro caso escandaloso, donde la guerra ha diezmado la población masculina. El resultado es predecible: marginalización femenina y crimen en aumento.

Este problema es global y requiere soluciones drásticas. Los gobiernos deben dejar de hacerse los tontos con políticas tibias y atacar el problema de raíz. Mientras tanto, las mujeres del Báltico seguirán buscando amor allá donde puedan encontrarlo, y no las culpo.

¿Y los hombres? Bien, gracias. Se han convertido en un bien escaso, casi una mercancía. Quizás deberían valorarse más, o quizás las expectativas son demasiado altas. Sea como sea, el desequilibrio está ahí y no parece que vaya a resolverse pronto.