Los funcionarios de la Reserva Federal de EE. UU. emitieron recientemente una declaración importante, enfatizando que, incluso ante la posibilidad de un cierre del gobierno, las funciones centrales del Banco Central permanecerán sin cambios. La funcionaria de la Reserva Federal, Collins, declaró claramente que, independientemente de cómo funcione el gobierno, la formulación de la política monetaria, la supervisión bancaria y las reuniones de política monetaria programadas se llevarán a cabo como estaba previsto. Esta declaración sin duda inyectó un impulso al mercado financiero, asegurando el funcionamiento continuo y estable del sistema financiero.
Esta declaración revela dos informaciones clave: en primer lugar, La Reserva Federal (FED) demuestra una independencia extraordinaria. Como una institución autofinanciada, sus fondos operativos provienen principalmente de los ingresos por intereses de los bonos del gobierno que posee y de las tarifas por servicios a las instituciones financieras, en lugar de depender de las asignaciones del Congreso. Esta independencia financiera permite a La Reserva Federal (FED) mantener una operación estable en medio de la agitación política.
En segundo lugar, los efectos negativos que puede traer el cierre del gobierno están ampliándose. Una vez que el gobierno cierre, la publicación de datos económicos importantes puede retrasarse y algunas funciones regulatorias pueden suspenderse. Esto obligará a La Reserva Federal (FED) a tomar decisiones sobre tasas de interés con información incompleta, aumentando la dificultad y el riesgo de la toma de decisiones.
La postura de La Reserva Federal (FED) no solo destaca su estatus como una institución independiente, sino que también refleja la impotencia ante el actual estancamiento político. Aunque La Reserva Federal (FED) puede mantener su funcionamiento, el impacto de la incertidumbre política eventualmente deberá ser soportado por todo el mercado. En este momento clave, el funcionamiento estable de La Reserva Federal (FED) es crucial para mantener la confianza y la estabilidad en los mercados financieros.
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Los funcionarios de la Reserva Federal de EE. UU. emitieron recientemente una declaración importante, enfatizando que, incluso ante la posibilidad de un cierre del gobierno, las funciones centrales del Banco Central permanecerán sin cambios. La funcionaria de la Reserva Federal, Collins, declaró claramente que, independientemente de cómo funcione el gobierno, la formulación de la política monetaria, la supervisión bancaria y las reuniones de política monetaria programadas se llevarán a cabo como estaba previsto. Esta declaración sin duda inyectó un impulso al mercado financiero, asegurando el funcionamiento continuo y estable del sistema financiero.
Esta declaración revela dos informaciones clave: en primer lugar, La Reserva Federal (FED) demuestra una independencia extraordinaria. Como una institución autofinanciada, sus fondos operativos provienen principalmente de los ingresos por intereses de los bonos del gobierno que posee y de las tarifas por servicios a las instituciones financieras, en lugar de depender de las asignaciones del Congreso. Esta independencia financiera permite a La Reserva Federal (FED) mantener una operación estable en medio de la agitación política.
En segundo lugar, los efectos negativos que puede traer el cierre del gobierno están ampliándose. Una vez que el gobierno cierre, la publicación de datos económicos importantes puede retrasarse y algunas funciones regulatorias pueden suspenderse. Esto obligará a La Reserva Federal (FED) a tomar decisiones sobre tasas de interés con información incompleta, aumentando la dificultad y el riesgo de la toma de decisiones.
La postura de La Reserva Federal (FED) no solo destaca su estatus como una institución independiente, sino que también refleja la impotencia ante el actual estancamiento político. Aunque La Reserva Federal (FED) puede mantener su funcionamiento, el impacto de la incertidumbre política eventualmente deberá ser soportado por todo el mercado. En este momento clave, el funcionamiento estable de La Reserva Federal (FED) es crucial para mantener la confianza y la estabilidad en los mercados financieros.