El gobernador del Banco de Italia, Fabio Panetta, ha renovado su impulso para acelerar el desarrollo del euro digital como herramienta para gestionar los supuestos "riesgos de las criptomonedas". Una vez más, la libertad financiera individual se enfrenta a una creciente interferencia estatal.
En su informe anual, Panetta dejó claro que cree que la regulación por sí sola no es suficiente para frenar el auge de los activos digitales. Desde su perspectiva, solo una moneda digital emitida por un banco central puede garantizar la estabilidad financiera.
Un euro digital centralizado: Un arma de control financiero
La posición de Panetta no es nueva, pero sigue siendo profundamente preocupante. Bajo el pretexto de "proteger a los ciudadanos" y "mantener la confianza en el sistema", los bancos centrales europeos están impulsando un sistema de dinero digital controlado, programable y capaz de rastrear cada transacción.
El impacto real de MiCA ha sido mínimo. Desde su entrada en vigor a finales de 2024, apenas han entrado en el mercado nuevas stablecoins respaldadas por euros, y su adopción sigue siendo marginal. El propio Panetta admitió que en Italia, los intermediarios regulados muestran poco interés en emitir criptoactivos, aunque existe una creciente demanda de servicios de custodia y negociación. Esto confirma que el verdadero interés del mercado radica en el uso libre de estos activos, no en su emisión bajo supervisión estatal.
Regulaciones que asfixian la competencia
Aún más preocupante es el intento de justificar el euro digital como respuesta a supuestos riesgos que, en realidad, derivan de la fragmentación regulatoria internacional. Panetta advirtió que los ciudadanos europeos están expuestos a plataformas extranjeras, pero en lugar de pedir menos barreras y más libertad financiera, propone una infraestructura de control centralizada. Esto no es una solución, es una amenaza.
Mientras las stablecoins referenciadas al dólar dominan el mercado con el 97% de la capitalización total, los reguladores europeos prefieren apostar por una CBDC diseñada para restringir opciones y decidir quién, cuándo y cómo pueden las personas utilizar su dinero.
La negativa de Tether a someterse a MiCA ya ha expuesto los peligros de un marco que asfixia la competencia y protege los intereses bancarios tradicionales. En lugar de reconocer el valor de un sistema financiero descentralizado, Panetta insiste en reemplazarlo por un modelo que concentra el poder y reduce las opciones para usuarios y empresas. Esta estrategia no se trata de proteger a los ciudadanos, sino de preservar el monopolio del dinero controlado por el Estado.
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La libertad financiera en peligro en Europa: Ex funcionario del BCE aboga por un euro digital
El gobernador del Banco de Italia, Fabio Panetta, ha renovado su impulso para acelerar el desarrollo del euro digital como herramienta para gestionar los supuestos "riesgos de las criptomonedas". Una vez más, la libertad financiera individual se enfrenta a una creciente interferencia estatal.
En su informe anual, Panetta dejó claro que cree que la regulación por sí sola no es suficiente para frenar el auge de los activos digitales. Desde su perspectiva, solo una moneda digital emitida por un banco central puede garantizar la estabilidad financiera.
Un euro digital centralizado: Un arma de control financiero
La posición de Panetta no es nueva, pero sigue siendo profundamente preocupante. Bajo el pretexto de "proteger a los ciudadanos" y "mantener la confianza en el sistema", los bancos centrales europeos están impulsando un sistema de dinero digital controlado, programable y capaz de rastrear cada transacción.
El impacto real de MiCA ha sido mínimo. Desde su entrada en vigor a finales de 2024, apenas han entrado en el mercado nuevas stablecoins respaldadas por euros, y su adopción sigue siendo marginal. El propio Panetta admitió que en Italia, los intermediarios regulados muestran poco interés en emitir criptoactivos, aunque existe una creciente demanda de servicios de custodia y negociación. Esto confirma que el verdadero interés del mercado radica en el uso libre de estos activos, no en su emisión bajo supervisión estatal.
Regulaciones que asfixian la competencia
Aún más preocupante es el intento de justificar el euro digital como respuesta a supuestos riesgos que, en realidad, derivan de la fragmentación regulatoria internacional. Panetta advirtió que los ciudadanos europeos están expuestos a plataformas extranjeras, pero en lugar de pedir menos barreras y más libertad financiera, propone una infraestructura de control centralizada. Esto no es una solución, es una amenaza.
Mientras las stablecoins referenciadas al dólar dominan el mercado con el 97% de la capitalización total, los reguladores europeos prefieren apostar por una CBDC diseñada para restringir opciones y decidir quién, cuándo y cómo pueden las personas utilizar su dinero.
La negativa de Tether a someterse a MiCA ya ha expuesto los peligros de un marco que asfixia la competencia y protege los intereses bancarios tradicionales. En lugar de reconocer el valor de un sistema financiero descentralizado, Panetta insiste en reemplazarlo por un modelo que concentra el poder y reduce las opciones para usuarios y empresas. Esta estrategia no se trata de proteger a los ciudadanos, sino de preservar el monopolio del dinero controlado por el Estado.