En la historia global de los Activos Cripto, un sorprendente caso ha tenido un avance significativo recientemente en el Tribunal Penal de Southwark en Londres. La mujer china Qian Zhimin admitió el 29 de septiembre dos cargos graves: adquisición ilegal de propiedad delictiva y posesión de propiedad delictiva transferida. Este caso involucra más de 61,000 monedas Bitcoin, por un valor total de hasta 7,300 millones de dólares, con más de 128,000 víctimas.
Según se ha informado, Qian Zhimin llevó a cabo una gran recaudación ilegal de fondos a través de una empresa de tecnología en Tianjin, utilizando productos de inversión con altos rendimientos como fachada, durante el período de 2014 a 2017. Cuando la estafa estaba a punto de ser descubierta, ella escapó a Reino Unido en 2017 utilizando una identidad falsa y comenzó a convertir los activos ilegales en Bitcoin en activos reales, como la compra de propiedades de lujo.
Las fuerzas del orden británicas llevaron a cabo una exitosa operación de asalto, confiscando esta gran cantidad de Bitcoin, lo que prácticamente duplicó las reservas de Bitcoin del gobierno británico. Cabe destacar que el cómplice de Qian Zhimin, Jian Wen, fue condenado el año pasado por ayudar en el lavado de dinero.
El abogado defensor de Qian Zhimin expresó que espera que la confesión de su cliente brinde cierto consuelo a los inversionistas afectados. Al mismo tiempo, el abogado planteó un punto de vista bastante controvertido, argumentando que debido al gran aumento en el valor de Bitcoin, ahora hay suficientes fondos para compensar las pérdidas de las víctimas.
Sin embargo, la complejidad del caso radica en la dificultad de la recuperación de activos transfronteriza. El delito ocurrió en China, mientras que los activos fueron incautados en el Reino Unido, lo que implica cooperación judicial entre China y el Reino Unido. Actualmente, el proceso de recuperación civil sigue en curso en el Tribunal Superior del Reino Unido. El tribunal necesita identificar y devolver primero los activos que puedan probar que pertenecen a la víctima; solo la parte restante podría ser confiscada y entrar en un proceso de negociación de distribución entre los dos países.
Este caso de confiscación de activos cripto a gran escala no solo expone nuevas formas de crimen relacionado con la encriptación, sino que también destaca la importancia de la cooperación judicial internacional en la lucha contra el crimen financiero transnacional. A medida que el caso se desarrolle, podría tener un impacto profundo en las políticas de regulación de activos cripto a nivel global.
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En la historia global de los Activos Cripto, un sorprendente caso ha tenido un avance significativo recientemente en el Tribunal Penal de Southwark en Londres. La mujer china Qian Zhimin admitió el 29 de septiembre dos cargos graves: adquisición ilegal de propiedad delictiva y posesión de propiedad delictiva transferida. Este caso involucra más de 61,000 monedas Bitcoin, por un valor total de hasta 7,300 millones de dólares, con más de 128,000 víctimas.
Según se ha informado, Qian Zhimin llevó a cabo una gran recaudación ilegal de fondos a través de una empresa de tecnología en Tianjin, utilizando productos de inversión con altos rendimientos como fachada, durante el período de 2014 a 2017. Cuando la estafa estaba a punto de ser descubierta, ella escapó a Reino Unido en 2017 utilizando una identidad falsa y comenzó a convertir los activos ilegales en Bitcoin en activos reales, como la compra de propiedades de lujo.
Las fuerzas del orden británicas llevaron a cabo una exitosa operación de asalto, confiscando esta gran cantidad de Bitcoin, lo que prácticamente duplicó las reservas de Bitcoin del gobierno británico. Cabe destacar que el cómplice de Qian Zhimin, Jian Wen, fue condenado el año pasado por ayudar en el lavado de dinero.
El abogado defensor de Qian Zhimin expresó que espera que la confesión de su cliente brinde cierto consuelo a los inversionistas afectados. Al mismo tiempo, el abogado planteó un punto de vista bastante controvertido, argumentando que debido al gran aumento en el valor de Bitcoin, ahora hay suficientes fondos para compensar las pérdidas de las víctimas.
Sin embargo, la complejidad del caso radica en la dificultad de la recuperación de activos transfronteriza. El delito ocurrió en China, mientras que los activos fueron incautados en el Reino Unido, lo que implica cooperación judicial entre China y el Reino Unido. Actualmente, el proceso de recuperación civil sigue en curso en el Tribunal Superior del Reino Unido. El tribunal necesita identificar y devolver primero los activos que puedan probar que pertenecen a la víctima; solo la parte restante podría ser confiscada y entrar en un proceso de negociación de distribución entre los dos países.
Este caso de confiscación de activos cripto a gran escala no solo expone nuevas formas de crimen relacionado con la encriptación, sino que también destaca la importancia de la cooperación judicial internacional en la lucha contra el crimen financiero transnacional. A medida que el caso se desarrolle, podría tener un impacto profundo en las políticas de regulación de activos cripto a nivel global.