He pasado horas estudiando ese famoso "Web 4.0" del que todo el mundo habla, y francamente, estoy dividido. Esta supuesta evolución de internet puede ser solo otro concepto de marketing para vendernos aún más tecnologías.
¿Qué es exactamente este Web 4.0? Una especie de internet sobre esteroides que nos promete montañas y maravillas: descentralización a través de blockchain, inteligencia artificial omnipresente, conexión total de los objetos... ¡Todo eso me parece un poco demasiado bueno para ser verdad!
Según mi experiencia, cada vez que se nos promete una revolución tecnológica, la realidad es muy diferente. He vivido la transición de la Web 1.0 a la 2.0, y luego a la 3.0, y cada vez las promesas eran grandiosas, pero los problemas persisten.
Las características supuestas del Web 4.0:
¿Un internet "inteligente" que nos entiende mejor que nosotros mismos? Preocupante.
Experiencias inmersivas que difuminan aún más la frontera entre lo real y lo virtual
Redes autónomas que se auto-regulan... ¿pero quién controla realmente?
Una descentralización que podría finalmente beneficiar a los más poderosos
Las tecnologías subyacentes plantean tantas preguntas como soluciones aportan. La blockchain consume una energía loca, la IA reproduce nuestros sesgos, el IoT multiplica las fallas de seguridad.
¿Aplicaciones potenciales? Por supuesto, suena maravilloso: casas inteligentes, realidad virtual, medicina personalizada... ¿Pero a qué precio para nuestra privacidad?
El calendario anunciado me hace sonreír: 2025-2030 para los avances, 2030-2040 para el desarrollo, luego adopción masiva. ¡Estas predicciones siempre son demasiado optimistas!
No digo que el Web 4.0 nunca llegará, pero seamos realistas: los desafíos son enormes - problemas de escalabilidad, interoperabilidad, regulación. ¿Y quién pagará la factura de esta transformación?
Desconfiemos de las promesas tecnológicas demasiado perfectas. El futuro digital será lo que hagamos colectivamente, no lo que nos venden los gigantes de la tecnología.
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LA WEB 4.0 - UNA MIRADA CRÍTICA AL FUTURO DIGITAL
He pasado horas estudiando ese famoso "Web 4.0" del que todo el mundo habla, y francamente, estoy dividido. Esta supuesta evolución de internet puede ser solo otro concepto de marketing para vendernos aún más tecnologías.
¿Qué es exactamente este Web 4.0? Una especie de internet sobre esteroides que nos promete montañas y maravillas: descentralización a través de blockchain, inteligencia artificial omnipresente, conexión total de los objetos... ¡Todo eso me parece un poco demasiado bueno para ser verdad!
Según mi experiencia, cada vez que se nos promete una revolución tecnológica, la realidad es muy diferente. He vivido la transición de la Web 1.0 a la 2.0, y luego a la 3.0, y cada vez las promesas eran grandiosas, pero los problemas persisten.
Las características supuestas del Web 4.0:
Las tecnologías subyacentes plantean tantas preguntas como soluciones aportan. La blockchain consume una energía loca, la IA reproduce nuestros sesgos, el IoT multiplica las fallas de seguridad.
¿Aplicaciones potenciales? Por supuesto, suena maravilloso: casas inteligentes, realidad virtual, medicina personalizada... ¿Pero a qué precio para nuestra privacidad?
El calendario anunciado me hace sonreír: 2025-2030 para los avances, 2030-2040 para el desarrollo, luego adopción masiva. ¡Estas predicciones siempre son demasiado optimistas!
No digo que el Web 4.0 nunca llegará, pero seamos realistas: los desafíos son enormes - problemas de escalabilidad, interoperabilidad, regulación. ¿Y quién pagará la factura de esta transformación?
Desconfiemos de las promesas tecnológicas demasiado perfectas. El futuro digital será lo que hagamos colectivamente, no lo que nos venden los gigantes de la tecnología.