En 2004, un visionario desarrollador web de Vancouver, Ryan Fugger, sentó las bases de lo que eventualmente se convertiría en XRP. Su creación inicial, denominada RipplePay, fue concebida como un sistema monetario descentralizado diseñado para empoderar a individuos y comunidades a crear sus propias monedas virtuales.
El año siguiente fue testigo del lanzamiento del sistema RipplePay, que aún se adhiere a la visión original de Fugger de facilitar pagos seguros en todo el mundo.
Un momento crucial llegó en 2012 cuando Jed McCaleb, conocido por su trabajo en la red eDonkey, y Chris Larsen, la mente emprendedora detrás de E-Loan y Prosper, se acercaron a Fugger con un concepto revolucionario para una nueva moneda digital. Su propuesta se centró en un sistema de verificación de consenso dentro de una red, divergiendo del enfoque basado en minería de Bitcoin. Impresionado por su visión, Fugger confió las riendas de RipplePay a la pareja. Bajo su dirección, la empresa fue renombrada como OpenCoin.
La misión principal del proyecto Ripple
McCaleb y Larsen se fijaron un objetivo claro: desarrollar soluciones de pago diseñadas para bancos e instituciones financieras. Basándose en los conceptos fundamentales de Fugger, diseñaron un nuevo protocolo de pago, denominado Ripple Transaction Protocol (RTXP).
Inspirándose en la aparición de Bitcoin, el equipo directivo de Ripple desplegó su blockchain patentada en 2012. Esta blockchain cumplió un doble propósito: facilitar servicios de intercambio a través de varios pares de divisas y mantener un registro completo de toda la información contable de los participantes de la red. Concurrentemente con este desarrollo, se introdujo XRP, la criptomoneda nativa de la blockchain.
Evolución de la Empresa
El año 2013 marcó otra transformación cuando OpenCoin se reestructuró como Ripple Labs. Este período vio a la empresa emprender numerosas iniciativas, algunas de las cuales han sido descontinuadas desde entonces. Un ejemplo notable fue la introducción de Codius en 2014, una iniciativa ambiciosa destinada a avanzar en la tecnología de contratos inteligentes.
No fue hasta 2015 que la empresa adoptó su actual nombre, Ripple, consolidando su identidad en el panorama en rápida evolución de las finanzas digitales y la tecnología blockchain.
A medida que la industria de las criptomonedas continúa madurando, XRP y Ripple siguen a la vanguardia de la innovación en pagos transfronterizos y soluciones financieras basadas en blockchain. Si bien el viaje de RipplePay a XRP ha estado marcado por transformaciones significativas, la visión central de revolucionar las transacciones globales permanece sin cambios.
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El Génesis de XRP: De RipplePay a una Solución de Pago Global
En 2004, un visionario desarrollador web de Vancouver, Ryan Fugger, sentó las bases de lo que eventualmente se convertiría en XRP. Su creación inicial, denominada RipplePay, fue concebida como un sistema monetario descentralizado diseñado para empoderar a individuos y comunidades a crear sus propias monedas virtuales.
El año siguiente fue testigo del lanzamiento del sistema RipplePay, que aún se adhiere a la visión original de Fugger de facilitar pagos seguros en todo el mundo.
Un momento crucial llegó en 2012 cuando Jed McCaleb, conocido por su trabajo en la red eDonkey, y Chris Larsen, la mente emprendedora detrás de E-Loan y Prosper, se acercaron a Fugger con un concepto revolucionario para una nueva moneda digital. Su propuesta se centró en un sistema de verificación de consenso dentro de una red, divergiendo del enfoque basado en minería de Bitcoin. Impresionado por su visión, Fugger confió las riendas de RipplePay a la pareja. Bajo su dirección, la empresa fue renombrada como OpenCoin.
La misión principal del proyecto Ripple
McCaleb y Larsen se fijaron un objetivo claro: desarrollar soluciones de pago diseñadas para bancos e instituciones financieras. Basándose en los conceptos fundamentales de Fugger, diseñaron un nuevo protocolo de pago, denominado Ripple Transaction Protocol (RTXP).
Inspirándose en la aparición de Bitcoin, el equipo directivo de Ripple desplegó su blockchain patentada en 2012. Esta blockchain cumplió un doble propósito: facilitar servicios de intercambio a través de varios pares de divisas y mantener un registro completo de toda la información contable de los participantes de la red. Concurrentemente con este desarrollo, se introdujo XRP, la criptomoneda nativa de la blockchain.
Evolución de la Empresa
El año 2013 marcó otra transformación cuando OpenCoin se reestructuró como Ripple Labs. Este período vio a la empresa emprender numerosas iniciativas, algunas de las cuales han sido descontinuadas desde entonces. Un ejemplo notable fue la introducción de Codius en 2014, una iniciativa ambiciosa destinada a avanzar en la tecnología de contratos inteligentes.
No fue hasta 2015 que la empresa adoptó su actual nombre, Ripple, consolidando su identidad en el panorama en rápida evolución de las finanzas digitales y la tecnología blockchain.
A medida que la industria de las criptomonedas continúa madurando, XRP y Ripple siguen a la vanguardia de la innovación en pagos transfronterizos y soluciones financieras basadas en blockchain. Si bien el viaje de RipplePay a XRP ha estado marcado por transformaciones significativas, la visión central de revolucionar las transacciones globales permanece sin cambios.