Una clave API es básicamente un código único que identifica quién está llamando a una API. Piensa en ella como tu tarjeta de identificación digital. Estas claves rastrean el uso y controlan el acceso, como un nombre de usuario y una contraseña combinados en uno. A veces es solo un código, otras veces son varios. ¡Mantenlas a salvo! Si alguien roba tu clave API, puede hacerse pasar por ti. No es genial.
APIs y Claves API
Primero lo primero. Una API conecta diferentes aplicaciones para que puedan comunicarse entre sí. Como un traductor digital.
La API de CoinMarketCap, por ejemplo. Permite a otras aplicaciones obtener precios de criptomonedas y datos del mercado.
Las claves de API vienen en diferentes formas. Podría ser una clave. Podría ser múltiple. Funcionan como credenciales digitales. Cuando un sitio web quiere datos de CoinMarketCap, necesita una clave.
¡No compartas tu clave! En serio. Es como darle a alguien la llave de tu casa. Podrían entrar y saquear tu nevera.
Los propietarios de API observan cómo usas sus servicios a través de estas claves. Rastrean tu actividad, patrones de tráfico. Todo eso.
¿Qué es una clave API?
Es tu pasaporte digital. Diferentes sistemas manejan las claves de manera diferente; algunos utilizan un código, otros utilizan varios.
En resumen: una clave API te autentica. Algunas partes te identifican, otras crean firmas que demuestran que tu solicitud es legítima.
La autenticación dice "esto soy realmente yo." La autorización dice "aquí está lo que se me permite hacer."
No está del todo claro dónde termina una función y comienza otra. Los límites son borrosos. Las claves funcionan de manera similar a los nombres de usuario y contraseñas, pero con características de seguridad adicionales.
Firmas Criptográficas
Algunas API utilizan matemáticas sofisticadas—firmas criptográficas—para verificar solicitudes. Cuando envías datos, adjuntas una firma. La API comprueba si coinciden.
Firmas Simétricas y Asimétricas
Dos tipos principales aquí:
Claves Simétricas
Una clave lo hace todo. Rápido. Simple. Como HMAC. El proveedor de la API genera todo, y ambos utilizan el mismo secreto.
Claves Asimétricas
Dos claves trabajando juntas. La privada se queda contigo. La pública se comparte. Parece más seguro porque las claves están separadas. RSA es un ejemplo común.
¡Incluso puedes proteger con contraseña las claves privadas! ¡Capa de seguridad adicional!
¿Son seguras las claves API?
Depende de ti. Las llaves son como contraseñas. No las dejes tiradas.
A los hackers les encanta robar claves API. Han construido bots que recorren repositorios de código en busca de claves expuestas. Es bastante sorprendente cuán a menudo tienen éxito.
¿Te robaron la clave? Gran problema. Algunas claves nunca caducan, así que los ladrones pueden usarlas para siempre a menos que revokes el acceso.
Mejores prácticas para usar las claves API
Aquí hay algunas formas de mantenerse más seguro:
Rote las claves regularmente. Elimine las antiguas, cree nuevas. Como cambiarse la ropa interior, pero por seguridad.
Usa la lista blanca de IP. Solo ciertas computadoras pueden usar tu clave. Incluso si es robada, la clave no funcionará desde ubicaciones aleatorias.
Múltiples claves son mejores. No pongas todos los huevos en una sola canasta.
Almacénalos de forma segura. No en texto plano. No en repositorios públicos. ¡Usa cifrado!
Nunca compartas. Tu clave es TU clave. Punto.
¡Si alguien obtiene tu clave, desactívala de inmediato! Toma capturas de pantalla de la actividad sospechosa. Llama a las empresas relevantes. Presenta informes policiales. Todo eso.
Reflexiones finales
Las claves API son importantes. Son tu identidad digital. Trátalas como lo harías con la contraseña de tu cuenta bancaria—con cuidado y paranoia. El panorama de seguridad no es del todo claro, pero una cosa es segura: ¡protege esas claves!
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¿Qué es una clave API y cómo usarla de manera segura?
Resumen
Una clave API es básicamente un código único que identifica quién está llamando a una API. Piensa en ella como tu tarjeta de identificación digital. Estas claves rastrean el uso y controlan el acceso, como un nombre de usuario y una contraseña combinados en uno. A veces es solo un código, otras veces son varios. ¡Mantenlas a salvo! Si alguien roba tu clave API, puede hacerse pasar por ti. No es genial.
APIs y Claves API
Primero lo primero. Una API conecta diferentes aplicaciones para que puedan comunicarse entre sí. Como un traductor digital.
La API de CoinMarketCap, por ejemplo. Permite a otras aplicaciones obtener precios de criptomonedas y datos del mercado.
Las claves de API vienen en diferentes formas. Podría ser una clave. Podría ser múltiple. Funcionan como credenciales digitales. Cuando un sitio web quiere datos de CoinMarketCap, necesita una clave.
¡No compartas tu clave! En serio. Es como darle a alguien la llave de tu casa. Podrían entrar y saquear tu nevera.
Los propietarios de API observan cómo usas sus servicios a través de estas claves. Rastrean tu actividad, patrones de tráfico. Todo eso.
¿Qué es una clave API?
Es tu pasaporte digital. Diferentes sistemas manejan las claves de manera diferente; algunos utilizan un código, otros utilizan varios.
En resumen: una clave API te autentica. Algunas partes te identifican, otras crean firmas que demuestran que tu solicitud es legítima.
La autenticación dice "esto soy realmente yo." La autorización dice "aquí está lo que se me permite hacer."
No está del todo claro dónde termina una función y comienza otra. Los límites son borrosos. Las claves funcionan de manera similar a los nombres de usuario y contraseñas, pero con características de seguridad adicionales.
Firmas Criptográficas
Algunas API utilizan matemáticas sofisticadas—firmas criptográficas—para verificar solicitudes. Cuando envías datos, adjuntas una firma. La API comprueba si coinciden.
Firmas Simétricas y Asimétricas
Dos tipos principales aquí:
Claves Simétricas
Una clave lo hace todo. Rápido. Simple. Como HMAC. El proveedor de la API genera todo, y ambos utilizan el mismo secreto.
Claves Asimétricas
Dos claves trabajando juntas. La privada se queda contigo. La pública se comparte. Parece más seguro porque las claves están separadas. RSA es un ejemplo común.
¡Incluso puedes proteger con contraseña las claves privadas! ¡Capa de seguridad adicional!
¿Son seguras las claves API?
Depende de ti. Las llaves son como contraseñas. No las dejes tiradas.
A los hackers les encanta robar claves API. Han construido bots que recorren repositorios de código en busca de claves expuestas. Es bastante sorprendente cuán a menudo tienen éxito.
¿Te robaron la clave? Gran problema. Algunas claves nunca caducan, así que los ladrones pueden usarlas para siempre a menos que revokes el acceso.
Mejores prácticas para usar las claves API
Aquí hay algunas formas de mantenerse más seguro:
Rote las claves regularmente. Elimine las antiguas, cree nuevas. Como cambiarse la ropa interior, pero por seguridad.
Usa la lista blanca de IP. Solo ciertas computadoras pueden usar tu clave. Incluso si es robada, la clave no funcionará desde ubicaciones aleatorias.
Múltiples claves son mejores. No pongas todos los huevos en una sola canasta.
Almacénalos de forma segura. No en texto plano. No en repositorios públicos. ¡Usa cifrado!
Nunca compartas. Tu clave es TU clave. Punto.
¡Si alguien obtiene tu clave, desactívala de inmediato! Toma capturas de pantalla de la actividad sospechosa. Llama a las empresas relevantes. Presenta informes policiales. Todo eso.
Reflexiones finales
Las claves API son importantes. Son tu identidad digital. Trátalas como lo harías con la contraseña de tu cuenta bancaria—con cuidado y paranoia. El panorama de seguridad no es del todo claro, pero una cosa es segura: ¡protege esas claves!