¿Qué está pasando con las criptomonedas el 29 de septiembre de 2025?

El mercado cripto vuelve a caer. Bitcoin ha bajado a $111,000. Menos 1,5% en un día. Ether aún peor — $4,000 y una pérdida total del 3% en 24 horas. BNB, Ripple, Solana también en la zona roja.

¿Por qué todo se desmorona?

1. La macroeconomía presiona

Cripto y los mercados tradicionales ahora son como gemelos. Nasdaq titubea — Bitcoin cae. S&P 500 estornuda — los altcoins se enferman. La gente huye del riesgo. Parece que la economía global asusta a todos más que antes. El dinero se va a puertos seguros.

2. Liquidaciones por todas partes

Septiembre fue duro. Alrededor de $1,7 mil millones de posiciones fueron arrastradas. ¡Boom! Como una casa de cartas. Una liquidación arrastra a otra. Las llamadas de margen suenan sin parar.

3. Los grandes inversores venden

Después del aumento de primavera, los grandes jugadores decidieron recoger las ganancias. Las cifras hablan por sí solas. En un mes, hay mil menos millonarios en bitcoin. Venden. Fijan. No está del todo claro a dónde están transfiriendo el dinero.

4. Los reguladores no se duermen

N nuevas reglas del juego se vislumbran en el horizonte. Diferentes países, diferentes enfoques. Los institucionales están nerviosos. Nadie ama la incertidumbre. Parece que el cripto ya es legal, pero de alguna manera sigue siendo inquietante.

5. ETF ya no son lo que eran

El flujo de dinero hacia los fondos cripto se ha ralentizado. Después de los récords de la primavera, hay un enfriamiento. Es extraño ver tal cambio. ¿Los institucionales han tomado un descanso? ¿O es un fenómeno temporal?

¿Qué sigue?

"Septiembre rojo" ya ha devorado $162 mil millones de capitalización. Una mezcla de pánico, factores técnicos y circunstancias externas.

El índice de miedo y codicia parpadea en rojo. Históricamente, esto ha ocurrido a menudo antes de un rebote. ¿O antes de una caída aún mayor? Los traders experimentados aconsejan no entrar en pánico. Respirar más profundo. Pensar a largo plazo.

El mercado aún está sangrando. Y nadie sabe realmente por qué.