Desde hace tiempo estoy observando a nuestros llamados "expertos", que con una tenacidad digna de mejor causa, siguen aferrándose a ideas muertas. Sí, precisamente de esto - de la "Teoría del Caballo Muerto" - es de lo que quiero hablar.
¿Alguna vez has visto a una persona intentar obstinadamente hacer que un cadáver de animal corra? Yo he visto eso innumerables veces, especialmente en el entorno corporativo y en las estructuras gubernamentales. Y lo más gracioso es que a veces yo mismo caigo en esta trampa!
Cuando me encontré por primera vez con este problema, me parecía lógico simplemente bajarme y encontrar otro caballo. ¡Pero no! Nosotros, los humanos, inventamos miles de formas de engañar a la realidad:
• "¡Cambiemos de silla! ¿Quizás ese es el problema?"
• "¡Hey, ¿tal vez el caballo simplemente no ha sido alimentado lo suficiente? ¡Dale más avena!"
• "¡No, este jinete es incorrecto! ¡Encontraremos otro!"
Me molesta cuando en las reuniones discuten cómo hacer que una yegua muerta corra más rápido. ¡Durante horas! Y luego crean comisiones que analizan el problema durante meses y al final concluyen: "Sí, el caballo realmente está muerto". Genial, ¿verdad?
Situación familiar en el mundo del trading, cuando un proyecto ya está claramente muerto, pero los inversores siguen inyectando dinero, justificándose con frases como "son dificultades temporales" o "el mercado aún no ha entendido el potencial". He visto cómo comunidades enteras de fanáticos seguían creyendo en una moneda que ya estaba muerta desde hace tiempo.
Me encanta cuando redefinen el concepto de "muerto" para convencerse de que el problema no está en el caballo. "No está muerta, solo está descansando" o "es una pausa temporal antes del salto".
¿Por qué tenemos tanto miedo de reconocer lo obvio y seguir adelante? Tal vez el miedo al cambio y a la pérdida de inversiones sea más fuerte que la lógica. Yo mismo soy así: a veces me aferro obstinadamente a una posición desesperada en el mercado, aunque en el fondo ya conozco la verdad.
Mirando desde fuera, cualquiera diría: "Bájate ya y encuentra un caballo vivo". Pero desde dentro de la situación, todo se ve diferente. Nos aferramos al cadáver de una idea, proyecto, estrategia... y nos pudrimos junto con él.
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Teoría del Caballo Muerto - una mirada desde dentro del problema
Desde hace tiempo estoy observando a nuestros llamados "expertos", que con una tenacidad digna de mejor causa, siguen aferrándose a ideas muertas. Sí, precisamente de esto - de la "Teoría del Caballo Muerto" - es de lo que quiero hablar.
¿Alguna vez has visto a una persona intentar obstinadamente hacer que un cadáver de animal corra? Yo he visto eso innumerables veces, especialmente en el entorno corporativo y en las estructuras gubernamentales. Y lo más gracioso es que a veces yo mismo caigo en esta trampa!
Cuando me encontré por primera vez con este problema, me parecía lógico simplemente bajarme y encontrar otro caballo. ¡Pero no! Nosotros, los humanos, inventamos miles de formas de engañar a la realidad:
• "¡Cambiemos de silla! ¿Quizás ese es el problema?" • "¡Hey, ¿tal vez el caballo simplemente no ha sido alimentado lo suficiente? ¡Dale más avena!" • "¡No, este jinete es incorrecto! ¡Encontraremos otro!"
Me molesta cuando en las reuniones discuten cómo hacer que una yegua muerta corra más rápido. ¡Durante horas! Y luego crean comisiones que analizan el problema durante meses y al final concluyen: "Sí, el caballo realmente está muerto". Genial, ¿verdad?
Situación familiar en el mundo del trading, cuando un proyecto ya está claramente muerto, pero los inversores siguen inyectando dinero, justificándose con frases como "son dificultades temporales" o "el mercado aún no ha entendido el potencial". He visto cómo comunidades enteras de fanáticos seguían creyendo en una moneda que ya estaba muerta desde hace tiempo.
Me encanta cuando redefinen el concepto de "muerto" para convencerse de que el problema no está en el caballo. "No está muerta, solo está descansando" o "es una pausa temporal antes del salto".
¿Por qué tenemos tanto miedo de reconocer lo obvio y seguir adelante? Tal vez el miedo al cambio y a la pérdida de inversiones sea más fuerte que la lógica. Yo mismo soy así: a veces me aferro obstinadamente a una posición desesperada en el mercado, aunque en el fondo ya conozco la verdad.
Mirando desde fuera, cualquiera diría: "Bájate ya y encuentra un caballo vivo". Pero desde dentro de la situación, todo se ve diferente. Nos aferramos al cadáver de una idea, proyecto, estrategia... y nos pudrimos junto con él.