La política de recorte de tasas de la Reserva Federal ha sido un foco en los mercados financieros. Desde 1984 hasta 2020, la Reserva Federal implementó 10 recortes de tasas, los cuales se pueden clasificar en tres categorías principales, cada una con un impacto significativo diferente en el mercado.

La primera categoría es 'ajuste normal de tasas de interés a la baja'. Esta reducción de tasas generalmente ocurre en situaciones donde la economía está estable pero la inflación está disminuyendo, con el objetivo de ajustar las tasas de interés a un nivel más razonable. Varias reducciones de tasas a principios de los años 90 pertenecen a esta categoría. Después de esta reducción de tasas, el índice S&P 500 aumentó un promedio del 13.2% en un año, mostrando un rendimiento bastante sólido.

La segunda categoría es 'reducción de tasas de interés para rescatar el mercado'. Esta reducción de tasas suele ser una reacción a eventos inesperados, como el colapso del mercado de valores en 1987, la crisis de deuda rusa en 1998 y el inicio de la pandemia de COVID-19 en 2020. Aunque el mercado puede experimentar una gran volatilidad a corto plazo, el aumento promedio puede alcanzar hasta el 17.4% un año después. Esto se debe a que el capital regresa rápidamente al mercado, y la recuperación es más fuerte una vez que se eliminan los riesgos.

La tercera categoría se denomina 'reducción de tasas de interés en recesión', y es la más peligrosa. Por ejemplo, las reducciones de tasas durante la ruptura de la burbuja de Internet en 2001 y la crisis de las hipotecas subprime en 2007 pertenecen a esta categoría. En este caso, el índice S&P 500 cayó en promedio más del 14% tres meses después de la reducción de tasas, y un año después todavía había caído un 11.6%. Esto se debe a que la reducción de tasas no resolvió los problemas fundamentales de la economía, solo alivió temporalmente la crisis.

Entonces, ¿a qué tipo de recortes de tasas de interés pertenecen en el futuro? Los indicadores económicos actuales tienden más a un ajuste normal, y no a una recesión o a un rescate de emergencia. Pero aún debemos prestar atención a varios indicadores clave:

1. Amplitud de la reducción de tasas: Si se reduce la tasa en más de 50 puntos básicos de una sola vez, puede indicar un riesgo de recesión.
2. 'Regla de Summers': Si la tasa de desempleo en los últimos tres meses es 0.5 puntos porcentuales más alta que el mínimo del último año, podría ser una señal de recesión.
3. Cambios en el número de solicitudes de subsidio por desempleo, expectativas de ganancias de las empresas, datos de inversión y consumo, entre otros indicadores.
4. Cambios en el nivel de inflación.

Actualmente, la tasa de desempleo, el indicador de 'la regla de Summers', los datos del sector manufacturero y el nivel de inflación están más cerca de un escenario de 'ajuste normal'. Esto sugiere que la Reserva Federal podría estar buscando prevenir una desaceleración del crecimiento económico y lograr un 'aterrizaje suave' de la economía.

Sin embargo, no podemos bajar la guardia por completo. En los próximos meses, debemos prestar especial atención al mercado laboral y a las ganancias empresariales. Si estos dos aspectos se mantienen estables, las perspectivas económicas podrían ser relativamente optimistas; pero si hay un deterioro, la situación podría cambiar. Por lo tanto, es crucial seguir de cerca los cambios en los datos económicos y evitar ser engañados por las fluctuaciones a corto plazo para entender y predecir la dirección de la política de la Reserva Federal.