Lo amo porque me obliga, día tras día, a dar lo mejor de mí. Porque es capaz de sacar tanto a mis ángeles como a mis demonios. Porque me ha permitido conocerme a un nivel que jamás imaginé. Me ha enseñado disciplina, paciencia y gestión emocional.
No me imagino llegar a los 40 y no vivir de esto. No me imagino una vida “normal”, con horarios y ataduras. No me imagino pasar un día sin exigirme al máximo, sin aprender algo nuevo sobre los mercados… y sobre mí.
Esta página puede contener contenido de terceros, que se proporciona únicamente con fines informativos (sin garantías ni declaraciones) y no debe considerarse como un respaldo por parte de Gate a las opiniones expresadas ni como asesoramiento financiero o profesional. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más detalles.
Amo el trading.
Lo amo porque me obliga, día tras día, a dar lo mejor de mí. Porque es capaz de sacar tanto a mis ángeles como a mis demonios. Porque me ha permitido conocerme a un nivel que jamás imaginé. Me ha enseñado disciplina, paciencia y gestión emocional.
No me imagino llegar a los 40 y no vivir de esto. No me imagino una vida “normal”, con horarios y ataduras. No me imagino pasar un día sin exigirme al máximo, sin aprender algo nuevo sobre los mercados… y sobre mí.
No me imagino una vida sin trading.